Nueva mesa directiva
El Legislativo que imaginó la ciudadanía tras la elección de abril 2021, no resultó peor; sino muchísimo peor de lo que cualquier mortal hubiese podido alucinar. En este año de funcionamiento, nuestro Parlamento ha demostrado estar superlativamente mal conformado. Las pocas excepciones que exhibe son insuficientes para solventar tanta incompetencia, tanta estupidez, y sobre todo tanta miseria moral, reflejada en aquella práctica infame llamada transfuguismo de gente tan artera que postula al Parlamento. La conducta indigna de diversos legisladores de Acción Popular, Podemos y Alianza para Progreso –convertidos de facto en representantes vendidos al oficialismo- revela la catadura deshonesta de buena parte del Parlamento. Esta realidad, amable lector, traiciona cualquier “acuerdo” que, a espaldas de sus electores, pudieran haber suscrito los jefes de esas agrupaciones populacheras con partidos demócratas, como Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País.
Hablamos de pactos para elegir cada año una Mesa Directiva del Legislativo que establezca como parámetro su repulsa a la presencia del marxismo, actuando como un contrapoder orgánico para neutralizar al partido oficialista comandado por la dupla corrupta de Pedro Castillo y Vladimir Cerrón. Un año después de concertada esa estrategia -que pretendía ser un dique para evitar que el Perú virase al totalitarismo (al que rápidamente lo lleva el marxismo/senderismo de los cerrones, bermejos, bellidos y otros bolcheviques, traicioneramente apoyados por Acción Popular AP, Alianza para el Progreso APP y Podemos), queda demostrada la repudiable conducta de aquellos partidos antiliberales, y contrarios al pacto que sus líderes se comprometieron a ejecutar. Tanto que la mayoría de sus congresistas ha votado fanáticamente a favor del gobernante Castillo, aliado al comunismo.
Resulta prudente y urgente que FP, RP y Avanza País sugieran renovar su pacto con AP, APP y Podemos exigiéndoles una garantía de fiel cumplimiento, sabiendo que han actuado deslealmente violando las condiciones de su convenio del pasado año. Para el periodo julio 2022-2023, sugerimos plantearles una directiva congresal preñada de personalidad, y solera. Mirando en retrospectiva la conducta de nuestros padres de la patria durante el complejo periodo 2021-2021, destacan como personajes indiscutibles (mostrando cabeza bien amoblada, genio, iniciativa, trayectoria pero, sobre todo, una condición importante: la de no partidarizados) la ex Fiscal de la Nación Gladys Echaíz, el exComandante General del Ejército Roberto Chiabra, el exAlmirante Jorge Montoya, y el economista Carlos Anderson. Los cuatro encajan como imbatibles candidatos para ejercer la Presidencia del Congreso, y la Primera, Segunda y Tercera Vicepresidencia del Legislativo.
Es evidente que la guerra contra estos poderosos postulantes a encabezar la Directiva del Parlamento no sólo provendrá de las arenas del gobierno comunista/prosenderista. La intriga y la cizaña vendrá, quizá con mayor énfasis, desde las trincheras caviares. Y de manera específica, desde los medios de comunicación del aquel cartel periodístico vendido al poder político y económico integrado por El Comercio, La República, RPP y canales 2,4,5,8,9.
Estamos aún a tiempo para evitar que el Perú caiga en la órbita cubana. La Directiva que conduzca el Congreso desde el mes entrante reviste una suprema trascendencia.
Démosle la fuerza necesaria.
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