Nuevo aniversario
Volví a tallar las cartas para una tercera tirada buscando y esperando me diera buena respuesta como las anteriores. Me demoré en decidir cuándo empezar a ordenarlas sobre la mesa, seguí haciéndolas caer sobre la palma de la mano izquierda queriendo tuvieran un aire de cartas manejadas por experto crupier sabiendo que no lo soy y tampoco lector de cartas.
Sólo las tiro y leo dando a las cartas las palabras que no tienen y que me gusta escuchar o hacerme el tercio. Entonces, como no pregunto no se establece diálogo, sólo intento interpretar lo que viene a ser un monólogo del que escucho lo que van soltando los números, letras, palos y colores. Hoy quería que hablasen dándome pistas de quién fue quien a la mala se ganó con esos dibujos y negativos que sin mucha ciencia ni conciencia se peló. Lamentablemente fueron muy parcas.
Los dibujos pelados estaban pensados para servir como ilustración de esta Crónica que tiene como personaje a José Sabogal de quien el sábado 19 se recuerda el aniversario de su natalicio en Cajabamba en 1888, penúltimo de seis hermanos. Como en años anteriores la Crónica me servirá para mostrar algo de la obra del gran gestor de la pintura indigenista en el Perú. Para hoy eran dos dibujos fechados en Huancayo en 1930 y un caballo con jinete, sin fechar. Los he reemplazado con las dos cabezas de fuerte trazo sobre cartón, pienso que pudieron haber sido hechos durante su viaje por el norte de África. El tipo humano y el indicio de vestido, lo sugiere.
Para acompañarlos traje una carta en que Víctor Raúl Haya de la Torre se disculpa de no poder acompañar a José Sabogal en un agasajo que le ofrecerán. Carta que he publicado anteriormente pero que no pierde su interés porque señala los vínculos de quien fue director de la Escuela de Bellas Artes del Perú con el pensamiento político de su época.
En su pintura, Sabogal tiene puesta su palabra en el tema, como también lo estuvo en las carátulas y caricaturas que realizó para Amauta, la revista creada y dirigida por José Carlos Mariátegui, quien lo llamó “el primer pintor del Perú”.
Víctor Raúl, cabeza del APRA, otro hito político, al escribir su disculpa no solo tiene una cortesía sino también da muestra de su aprecio y reconocimiento al artista que fue presencia partícipe en la voluntad de la creación del hombre nuevo.
Esta Crónica es un saludo a Sabogal, su idea, su obra y al Perú que recogió y compartió con su muy importante obra.
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