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Nuevo orden mundial, migración y Amazonía

Fecha Publicación: 18/01/2019 - 22:00
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Como conocemos la Organización de las Naciones Unidas, per se y/o a través de sus elementos orgánicos, regula u orienta las actividades de sus estados miembros en lo concerniente a salud (OMS), alimentación (FAO), educación (UNESCO), trabajo (OIT), comercio (OMC), aspectos económico-financieros (BM y FMI), justicia (CPI) y muchas otras para lo cual cuenta con organismos especializados.

Esta situación ha permitido a la ONU ir asumiendo una serie de funciones propias de los estados-nación, ello mediante mecanismos como son los acuerdos vinculantes, acuerdos no vinculantes, regulaciones de diferente tipo, cuya aplicación reporta beneficios solo a quienes se avienen. El efecto alcanzado evidencia que la ONU y sus organismos administran cada vez más funciones específicas que antes eran inherentes a cada estado.

El escenario mencionado responde a una visión del mundo concebida en 1776 en Alemania que lleva 243 años en la búsqueda por establecer un gobierno global en un escenario denominado Nuevo Orden Mundial, hoy tiene varias visiones para su aplicación, una de ellas es la línea promovida por el poderoso financista George Soros que, mediante su organización, “Open Society Foundation” (OSF), auspicia un grupo de organizaciones no gubernamentales (ONG) a las cuales financia para implantar en varias sociedades la legalidad de la ideología de género, el control de la natalidad y otros aspectos que, en común, buscan destruir la civilización occidental en sus creencias religiosas, estructura familiar tradicional, cultura así como debilitar a las entidades que sostiene a las naciones.

Esto, sin duda, demanda un equipo de profesionales multidisciplinario preparados en la academia bajo la visión ideo-política que se dirige desde lo que se denomina el “think tank” (centro de estudios principalmente de políticas públicas y economía), de donde saldrá el recurso humano para actuar en los organismos públicos y privados de interés.

En el escenario internacional se vienen dando acciones que son un avance significativo del NOM, como es el denominado “Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular”, que en opinión formal del ministerio de RR.EE.: siendo de naturaleza jurídicamente no vinculante no constituye un pacto internacional ni establece obligaciones para el Perú por lo que no requiere la aprobación ni ratificación del Congreso de la República.

Lo anterior es legalmente cierto, pero no concordante con la realpolitik que requiere el Perú, de ahí la importancia de la acertada decisión de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de fiscalizar el Pacto, lo cual cuenta con el apoyo de gran mayoría de ciudadanos.

En esta línea, un tema que no tardará en debatirse es el de la Amazonía sobre el cual me permito opinar que se buscará  mecanismos sutiles en diferentes espacios para ir desnacionalizándola de los países que tienen soberanía sobre ella, quizá formando una organización internacional para su administración, obviamente con las naciones ribereñas, a las cuales mediante pactos de naturaleza no vinculantes irán sustituyendo en sus derechos soberanos. Esto no es un camino fácil y menos corto que será promovido por algunas de las grandes potencias.

Javier Bravo Villarán