Octógonos para bebés o cómo desprestigiar la democracia

Hace pocos días, el Ejecutivo observó la “Ley que Regula la Elaboración y Comercialización de los Alimentos de Regímenes Especiales para Poblaciones Vulnerables”, que el Congreso aprobó por unanimidad el 27 de abril, en la que se excluye de octógonos de advertencia a las fórmulas para bebés y suplementos.

Algo que parece extraño, pues cualquier padre de familia supone que las fórmulas para bebés no deben llevar azúcares añadidos ni ningún otro aditivo perjudicial. Aun así, nuestro Parlamento ha exonerado a las fórmulas de este requerimiento; lo hizo en 2017, con la “Ley de alimentación saludable” (Ley 30021), en la que se legisló para poner octógonos en todos los alimentos procesados, sin embargo, se planteó una disposición complementaria que excluía a las fórmulas para bebés.

El 2021 esto fue revertido por una sentencia de la Corte Suprema, con lo cual se obligaba a que las fórmulas para bebés llevasen octógonos en caso lo ameriten; el Ministerio de Salud ya había avanzado con la reglamentación para ponerles los octógonos, hasta que el Congreso volvió a evitarlo.

Como era de esperar, el Colegio Médico del Perú se pronunció al respecto, mediante un comunicado en el que deja claro que el no poner los octógonos a las fórmulas para bebés, además de atentar contra los consumidores, perjudica la seguridad alimentaria del Perú y va en contra de la “Ley de promoción de la alimentación saludable para niños, niñas y adolescentes”. En el comunicado también se asegura que no existe ningún alimento como la leche materna, la que debe ser suministrada a los menores por lo menos hasta los 6 meses de edad, para evitar problemas de salud.

Por su parte, la decana del Colegio de Nutricionistas del Perú señaló, para medios locales, que la ley aprobada por el Congreso es “incoherente e incongruente” y que el Legislativo no les solicitó su opinión técnica, como tampoco lo hizo con el Colegio Médico. Además, mencionó que diversos estudios señalan que el consumo de fórmulas se asocia al sobrepeso y obesidad en niños menores de 5 años.

Ahora todo está en la cancha del Congreso. Podría aprobar la norma por insistencia, otorgándole algunos años más sin octógonos a las fórmulas, hasta que la corte suprema vuelva a emitir una sentencia contra esa disposición, o podría aceptar las observaciones planteadas por el Ejecutivo, y establecer que las fórmulas para bebés deban llevar octógonos cuando lo amerite.

La verdad, el debate es absurdo, casi tanto como la ley aprobada por el Congreso. Si las fórmulas no tuvieran nada de perjudicial para los neonatos, pues qué más da que deban llevar octógonos, no les afectaría, no los tendrían. Pero, si tienen componentes perjudiciales, obviamente se debería decir con toda claridad.

Es lamentable que, en muchas circunstancias, el Congreso parezca el enemigo. ¿En qué beneficia a la población el que las fórmulas para bebés no tengan octógonos? ¿En qué beneficia a sus votantes? ¿A quién, realmente, puede beneficiar una ley que expone a los más pequeños en un país con altos índices de desnutrición y anemia?

A pesar de todo lo que vivimos los últimos años, con dos cierres del Congreso (uno efectivo y otro fracasado), la inestabilidad de los presidentes (5 en dos periodos) y las cifras del Barómetro de las Américas que muestran lo frágil que es nuestra democracia (solo 21 % de satisfacción con la democracia el 2021), resulta inverosímil que el Parlamento, la representación máxima de la voluntad popular, las fuerzas vivas de la sociedad institucionalmente representadas, vote leyes que solo mellan más la democracia y la desprestigian, pues da la impresión de que no sirviera para defender los intereses de la población.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.