Ocultas intenciones
Se anunciaba que en el mensaje a la Nación del presidente Pedro Castillo habría novedades. Esto despertó aún más el interés de la población por saber en qué consistirían esas “novedades”. Sin embargo, luego del discurso presidencial, las dudas se disiparon. Fue más de lo mismo. Se trató de un discurso a ratos tedioso y repetitivo que más parecía un mensaje de 28 de julio de asunción de mandato.
Los medios de comunicación pusieron al descubierto, rápidamente, que el presidente Castillo había reproducido, textualmente, una buena cantidad de párrafos que ya el premier había ofrecido en su presentación por el voto de confianza. Los asesores de palacio no se tomaron la molestia siquiera de que la narrativa del discurso presidencial tuviera su propia construcción, arropándola con su estilo personal tan peculiar, por lo básico. Nada de esto había ocurrido, conduciéndolo, una vez más, a burlarse de la representación nacional al presentar un mensaje que ellos habían escuchado, lo cual fue rechazado por la gran mayoría del Parlamento, salvo el oficialismo que justificó la copia al aducir que existía una “sintonía” entre el jefe de Estado y su premier.
“Al comparar el discurso de 20 páginas del mandatario con el de 40 páginas del jefe del Gabinete, se advierte que el primero copió exactamente 52 ideas”, publicó un medio. Y a modo de ejemplo, puso este caso: “En lo que respecta a la lucha contra el narcotráfico y terrorismo, hemos realizado 6,799 operaciones militares en el Vraem, destruyendo 59 laboratorios de droga, 127 pozas de maceración y 12 pistas de aterrizaje clandestinas”, estas fueron las palabras del premier Torres en su discurso por el voto de investidura al referirse a los avances del gobierno. La misma frase fue utilizada por el presidente Castillo frente al Congreso durante la exposición del eje sobre seguridad ciudadana, y lucha contra la corrupción, narcotráfico y terrorismo.
Esta conducta insólita en un mandatario se repitió en gran parte de su exposición, sobre todo en aspectos esenciales vinculados a la reactivación económica, descentralización, bienestar, educación, diversidad cultural, entre otros, y que los medios señalaron que se trataba de 52 ideas apropiadas de su premier por el jefe de Estado. El mandatario ya nos tenía acostumbrados a sus indecisiones o improvisaciones en sus actos de gestión de gobierno, pero lo que no sabíamos es que también podía echar mano de una redacción ajena para presentarnos como propia en un acto protocolar y constitucional muy importante como el que había protagonizado, a su pedido, en el parlamento nacional.
Esto no fue todo. La otra novedad consistió en saber, al término de su exposición, que el Gobierno había preparado un proyecto que el Presidente iba a presentar en su intervención, demandando adelantar las elecciones generales, con lo cual no sólo él se iría a su casa, sino que también los congresistas. Esto fue revelado, con insólita naturalidad, por el presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres. El jefe del Gabinete precisó que todo lo tenían preparado, pero que, a última hora, el mandatario dio marcha atrás, señalando que le quería dar una última oportunidad al Congreso para replantear su relación con el Ejecutivo e iniciar una política de diálogo y concertación.
Eso explica la grandeza democrática del Presidente, sostuvo el premier. Este hecho puso en evidencia las verdaderas intenciones de un gobierno que al verse debilitado frente a los indicios de corrupción y de inconductas funcionales, prefiere licenciar a todos, antes que vaquen solo al Presidente. Así las cosas, la crisis se mantiene latente, el desconcierto igual, y sólo se sabrá a qué puerto se arriba luego que se debata, este 28, la moción de vacancia a la que deberá asistir a defenderse el jefe de Estado y no sólo enviar a su abogado, como se rumorea. Veremos qué sucede.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.