Odebrecht, ¿propiedad de Soros?
Somos un país cuyo Ministerio Público está secuestrado por la mafia que domina el poder Judicial. Desde el Ministerio Público, una poderosa camorra foránea teje los hilos del hampa siguiendo los intereses ideológicos, crematísticos y políticos de la aplanadora que regenta Gustavo Gorriti Ellenbogen, propietario de la ONG Instituto de Defensa Legal. Para todo efecto, Perú es un país castrado; cuyos ciudadanos son víctimas de extorsión por canallas, como Gorriti Ellenbogen y el multimillonario grupo de corrupción que conforma la camorra que él representa. No hablamos de mitos ni descabelladas invenciones. Es lo que está pasando en el Perú, desde que Toledo llegó al poder a inicios del milenio, dominado por la brujería del multimillonario George Soros, titiritero de países como el Perú, y la eminencia gris detrás de su chulillo, Gorriti Ellenbogen. El triángulo Toledo-Soros-Gorriti envuelve demasiado dinero opaco, riqueza rodeada de misterios que circulan en los mafiosos vericuetos mundiales, donde solo rige el poder secreto de las grandes fortunas monopólicas, forjadas extrañamente por personajes que juegan a ser dioses, y gustan imponer sus caprichos a algunos desorientados ciudadanos, como los peruanos, usándolos como conejillos de india para probar –y comprobar– sus teorías diabólicas.
El experimento Soros se manifiesta al evaluar cómo se conduce una sociedad –como la peruana– con su sistema de Justicia intervenido y manipulado por dinero proveniente de gente inescrupulosa, como Odebrecht, a través de su alfil Gorriti. Su instrumentalización estratégica es y ha sido vía la Fiscalía de la Nación. Pasado un cuarto de siglo, el Estado peruano ha cambiado transversalmente para mucho peor, impulsado por la más absoluta devastación de la independencia de sus poderes públicos; el chantaje de sus politicastros a la clase política y sindical; la corrupción enfermiza entre los medios de comunicación, etc. Hoy Perú es un espectro de país, sometido al capricho de millonarios como el todopoderoso Soros, quien fácilmente a través de su infinita fortuna puede estar detrás de una empresa –corrompida y asimismo corruptora– como Odebrecht, a través del enjambre de paraísos fiscales que maneja vía una megacartera de opacos negocios.
Frente a semejante escenario, vemos que los tres poderes del Estado peruano, dominados por nuestro malogrado Ministerio Publico –a su vez controlado por gente como Gorriti– se cruzan de brazos aprovechando la degradación política del Perú desde hace ya un cuarto de siglo. País destrozado por el affaire Lava Jato, a través de transnacionales como Odebrecht, principal responsable de levantarse en peso al Estado peruano, transcurridos demasiados años de teatrales procesos judiciales a cargo de dos falsarios: Vela Barba y Pérez Gómez, quienes sin dudarlo liberaron a Odebrecht de todas sus responsabilidades e indemnizaciones. ¡Obviamente, en este caso, cualquiera podría especular que, ahora, Odebrecht, “la nueva Odebrecht” –tal como le gusta llamarla al correveidile de Soros, Gustavo Gorriti Ellenbogen– forma parte de la cartera empresarial del socialista de salón, George Soros, quien seguirá amasando fortuna y manipulando a países venales, como Perú, a costa de deprimir cada vez mas a su población pobre, por la que “jura” trabajar.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.
