OEA: concertar, sí; imponer, no
El gobierno norteamericano tiene todo el derecho de apoyar -y hacer campaña- a favor de la reelección del embajador Luis Almagro a la Secretaria General de la OEA, a quien reconocen, como todos, un valeroso desempeño para enfrentar la dictadura venezolana; pero, los funcionarios de Washington no pueden pretender imponer esa candidatura maltratando al postulante del Perú, el ex Vice Ministro de Relaciones Exteriores, Hugo de Zela.
Sin embargo, así lo ha hecho Mauricio Claver-Carone, principal asesor del presidente Trump para asuntos latinoamericanos y caribeños, al calificar públicamente la postulación peruana como “divisoria e innecesaria”, mientras el Secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, demandó su retiro de la contienda, proponiendo que incorpore sus propuestas a la plataforma de Almagro.
Esas son expresiones impropias e irrespetuosas, una suerte de ukase diplomático, además de ofensivas con un país donde se construyó el Grupo de Lima, que ha unido a 16 Estados del hemisferio y 34 europeos, para luchar contra la dictadura corrupta y genocida de Maduro.
Varios de esos países, además, han denunciado al régimen chavista ante la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad; es decir, asesinatos, torturas y encarcelamiento ilegal de opositores. Y, asimismo, han aplicado sanciones, entre otras prohibir el ingreso a sus territorios de los principales dirigentes civiles y militares de la dictadura.
En suma, Estados Unidos, Perú y otras 50 naciones somos aliados en un proyecto democrático contra un régimen que violenta sistemáticamente los derechos humanos, que empobrece y saquea los fondos públicos, contando con el blindaje diplomático y político de Cuba, Rusia, Nicaragua e Irán y, en su momento, de Bolivia, Argentina y Brasil, cuando gobernaban Evo Morales, Cristina Kirchner y Lula da Silva.
Los aliados debemos tratarnos con respeto y consideración, lo cual dista mucho de aceptar mensajes con imposiciones transmitidas a través de los medios de comunicación. Es importante recordar la vieja frase que dice: “En la diplomacia, el fondo es la forma”. Por ello mismo, es fundamental no abrir grietas en circunstancias que observamos que pandilleros de Maduro golpean y disparan a legisladores de oposición, mientras se extiende el dramático éxodo de venezolanos que -de acuerdo a Naciones Unidas- este año podría superar 6 millones de personas.
Hay, en suma, un largo y complejo camino que recorrer para lograr la libertad en la patria de Bolívar, objetivo que solo se alcanzará si nos mantenemos unidos en ese objetivo superior.
