Ojo con Boluarte (2)

Insistimos. Hay que respetar el mandato constitucional. Vacado Castillo, asumió Dina Boluarte, trasgresora de la norma electoral como única vicepresidenta de la fórmula que lideraba Pedro Castillo, convertido en capo de una organización criminal según la Fiscalía de la Nación. Y posteriormente en golpista, cuando el 7 de diciembre viola la Constitución, al asumir poderes dictatoriales, al ordenar el cierre del Congreso y apropiarse del Poder Judicial, el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo y además de entes que forman nuestra estructura estatal. En ese momento, jura Dina Boluarte como jefe de Estado. Desde entonces ella no solo está obligada a ser honesta, leal y constitucionalmente impecable, jurídicamente impoluta, funcionalmente intachable, sino, además, forzada a parecerlo. Pero pese a las advertencias, parece importante poco –o nada- su obligación como mandataria de esta nación. Porque permanece actuando como quiere, sin entender que existen patrones de conducta que no puede ni debe pisotear. Porque, sencillamente, trasgrede los usos y costumbres que imponen aquellas no escritas sobre todo jefe de Estado que espere ser respetado por la ciudadanía.

Este escriba lo advirtió días atrás en un comentario titulado “Un problema apellidado Boluarte” en el que, entre otras inquietudes, denunciamos que Boluarte “Ha permitido que Catillo reciba a más de 130 personas en la cárcel. ¿Qué es esto? ¿Dónde está la autoridad? ¡Un preso jamás puede ser visitado! ¡Pero Castillo no solamente recibe visitas! ¡Tiene celulares, envía arengas amenazadoras, coordina ataques, y está escondiendo/eliminando pruebas de sus crímenes con el permiso de Dina! Aparte Boluarte no critica al golpista, senderista, corrupto Castillo, que plantea y ordena violentos ataques a la propiedad privada. ¡Incluyendo medios de prensa! Dina es una bomba de neutrones cuya escopeta la maneja Castillo. Su trabajo es dejar hacer, dejar pasar, creyendo que transigir es el verbo más apropiado parra flotar en un gobierno fantoche. Pues tengo malas noticias, Dina. Su amigo Castillo, amigo de los bermejos, bellidos, betssys, torres y tantos miembros de la mafia cleptómano-senderista que viene destruyendo ciudades y asesinando inocentes, apunta también a acabar muy pronto con usted”. A semejante letanía hay que sumarle otras, reveladas en es estos últimos días, demostrando que Boluarte mantiene una peligrosa afinidad –o compromiso- con Castillo. El domingo por la noche, Boluarte volvió a demostrar misericordia hacia Castillo, su esposa, su hija putativa y demás familiares, rateros casi todos ellos. La actual presidenta reveló conocer que el embajador de México ha confirmado el otorgamiento de asilo político a toda la mafia chotana Castillo Paredes. Con esa revelación Boluarte raya en la complicidad con este clan de criminales, sabiendo que el líder de la mafia tiene prisión preventiva por 18 meses y su esposa –calificada por la Fiscalía como coordinadora de la mafia junto con su hija/hermana están prófuga, al no haberle comunicado su paradero al juez. ¡Concretamente, desde el golpe de Estado, están inubicables! Es decir, ninguno de ellos califica para recibir asilo político. Pero la presidenta del Perú dice lo contrario. ¡Mucho cuidado con Boluarte! ¡Pudiese darnos una desagradabilísima sorpresa!

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