Otro plan B
La reciente entrevista televisada de Cerrón, dueño del partido que navega de oficialista y factótum de buena parte de los actos de “gestión” de este diario desgobierno, sólo confirma que este país marcha y marchará en manos de los “podridos” e “incendiados” de que habló el gran Jorge Basadre y que destruirán del todo el camino hacia la “promesa de la vida peruana” al menos que la reacción demócrata y republicana haga algo por salvarla. Las declaraciones de Cerrón por más demagógicas y retrógradas son el epítome del verdadero Plan que pretende la captura del poder e imponer el socialismo castrista que él representa y que sigue presionando y cercando al mentirosillo e inepto que ocupa el palacio presidencial.
Decretado el archivo parlamentario del proyecto de ley presentado por el Ejecutivo de reforma constitucional para que una fantasmagórica asamblea constituyente elabore una nueva Constitución Política que arrastre al Perú al obsoleto y fracasado modelo marxista, Cerrón ya ha afirmado muy suelto de huesos que tienen una “Plan B” que por “estrategia” no revela y que se supone ejecutaría mayoritariamente el fantasmal pueblo que lo sigue. Asimismo, a pesar de sus críticas al incapaz que funge de Primer Mandatario avizora que éste viene “alineándose” con el ideario y consignas de su minoritaria organización partidaria y se regodea confirmando su visible influencia en los esenciales Ministerios de Salud y Energía y Minas y Dios sabe que más para desgracia de la administración pública.
Ojalá Cerrón fuese un simple fanfarrón convencido del nefasto “paraíso cubano castrista”, mas no lo es a diferencia del inútil, acomodaticio y plagiario Castillo. Cerrón puede falsear por razones tácticas y porque el fin justifica los medios. Castillo en su ignorancia e incapacidad lo hace porque no le queda otra.
El “Plan B” que hunde cotidianamente a la Nación está en plena ejecución mientras los partidos dizque democráticos, los gremios y colectivos constitucionalistas deambulan desunidos y desconcertados mirando al despeñadero o cuidando intereses subalternos. Acaso no es posible llevar adelante otro PLAN B que rescate y regenere la Patria o es que tendremos que convivir con esta ruina nacional convertida en la nueva “normalidad” parafraseando al agudo Martín Adán. ¡BASTA YA! ¡AMÉN!
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