Otro 'Talarazo': La Nueva Carretera Central de Cerrón

El ministro de Transportes Raúl Pérez Reyes, sin querer o queriendo, ha encendido la alarma de sismo, al revelar que el presupuesto preliminar de la Nueva Carretera Central (NCC) “Daniel Alcides Carrión” se ha duplicado desde los S/ 11.000 millones (US$ 2.900 millones), que era la cifra de promoción (2019), a S/24.000 millones (US$ 6.500 millones), añadiendo, que recién va a iniciar el Estudio Definitivo de Ingeniería. Es decir, otro “Talarazo”: la refinería que empezó en US$ 1.700 millones (2012) y ha costado más de US$ 6,000 millones.

No sólo está en debate el costo, sino también la paternidad y la ruta de la NCC: Vladimir Cerrón en plena campaña, puso el ADN tuiteando: “Perfil de Carretera Central 4 carriles se concluyó en mi gobierno regional… El resto es cháchara del mate” (27/3/21). A los 60 días, el solícito presidente encargado Francisco Sagasti tomó el mate y firmó el acuerdo de gobierno a gobierno (G2G) con Francia, con el embajador “enarca” Marc Giacomini (27/5/21), que escogió a Egis como Oficina de Gestión de Proyectos (PMO Vías), que ha presentado el ”Corredor Verde” (NCC) con un recorrido de 185 kilómetros (km), desde Carapongo en el km 13 de la Carretera Central (CC) hasta Cieneguilla, para subir a la sierra corriendo paralela a la CC y finalizar en Pachachaca (km 160 CC), es decir, entre Morococha (km 156 CC) y La Oroya (km 174 CC).

Sin embargo, el Consejo Departamental Lima del Colegio de Ingenieros (CIP-Lima) que preside Roque Benavides, ha criticado la NCC: “sería una variante (como la del Pasamayo) y no una Nueva Carretera Central” (9/2/23), porque se ha limitado a alargar -en casi 50 Km adicionales- la propuesta original “incrementando el costo de la obra, sin aumentar sus beneficios”. Añaden que presenta “excesiva sinuosidad” con radios mínimos (curvas cerradas), interferencias mineras que deben ser subsanadas previamente (juicios y pagos) y para remate, riesgos geológicos (huaycos) al atravesar la quebrada Tinajas (9/5/23). Por ello, el CIP-Lima propone el proyecto del GORE Lima (2018), cuya ruta es menos onerosa y más eficiente, porque no contempla expropiaciones y la topografía es menos accidentada (empinada) y la ruta menos sinuosa: se iniciaría en La Chutana (km 50 de la Panamericana Sur), subiendo por Santo Domingo de los Olleros a Huarochirí y Jauja, culminando en Pachacayo (km 226 CC), punto equidistante entre La Oroya y Jauja, “que permitirá comunicarse con todas las ciudades de importancia de la Sierra y la Selva Central“ (29/5/23).

Finalmente, a vuelo de cóndor, se puede deducir: primero, una gran beneficiada (entre otras) con la ruta que finaliza en Pachachaca, km 160 de la CC, sería la empresa Chinalco que opera la mina Toromocho (Morococha), que contaría con dos salidas hacia Lima, subiendo, la CC que quedaría a su disposición y a tiro de piedra, bajando, la NCC con sus dos carriles de ida y vuelta; segundo, con este trayecto no desaparece el riesgo de los periódicos bloqueos de protesta en La Oroya, para los que basta colocar en la pista un camión. Curiosamente, el camarada Vladimir y sus hermanos Waldemar y Fritz, fueron denunciados por Ricardo Barzola, exfuncionario del GORE Junín (4/8/16), de haber recibido US$15 millones de Chinalco para reubicar a los habitantes de Morococha a la Nueva Morococha (a 8 km de distancia) para facilitar la ampliación del tajo de Toromocho: “Cerrón organizó la mudanza…” (El Buho 23/9/21). ¿A quién creemos?, ¿al ministro o a los ingenieros?

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