Para mejorar la economía hay que levantar el ánimo del pueblo
El gobierno se ha puesto la valla bien alta al denominar el 2025 como el “Año de la recuperación y consolidación de la economía peruana”. Para lograrlo, es necesario que el Estado y el sector privado levanten el ánimo del pueblo ofreciendo mayor empleo, mejores condiciones laborales, facilidades para los emprendedores y más soporte socioemocional a través de los medios, ministerios y municipios. La población peruana aún sufre las secuelas emocionales, psicológicas y económicas que dejó la pandemia.
En 2024, el Ministerio de Salud atendió más de un millón 300 mil casos de salud mental, entre ellos depresión, ansiedad, estrés crónico y estrés postraumático. Durante la pandemia, más de 45 mil empresas cerraron y se perdieron unos 3 millones de puestos de trabajo. Asimismo, 135 mil micro y pequeñas empresas (mypes) quebraron, según la Cámara de Comercio de Lima. El 40 % de las personas perdió su empleo, y la mayoría tuvo que recurrir a préstamos, ahorros y fondos privados de pensiones para sobrevivir.
Muchos también se endeudaron para intentar salvar sus vidas o las de familiares afectados por el COVID-19, solventando medicinas, atenciones médicas, ambulancias y balones de oxígeno, cuyos precios se dispararon. Antes de la pandemia, las cuotas de los créditos representaban el 24 % de los ingresos de las personas, pero ahora han subido al 32 %, lo que es preocupante, pues las familias están cada vez más endeudadas y, por lo tanto, más estresadas y angustiadas.
El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) proyecta que este año el Producto Bruto Interno aumentará en un 3 %, pero también advierte que la inflación crecerá entre 1 % y 2 %. Sin embargo, se espera que la inversión privada crezca 4.1 %, lo que podría generar más puestos de trabajo. Ojalá que estos ofrezcan sueldos adecuados para que la gente pueda pagar las deudas que arrastra desde la pandemia.
También es necesario reactivar a las micro y pequeñas empresas, ofreciéndoles exoneraciones por lo menos en los tres primeros años de inicio de sus negocios; de lo contrario, difícilmente prosperarán o se formalizarán. Para que la economía mejore, hay que motivar a todos los peruanos. Por ello, tanto las organizaciones públicas como las privadas deben realizar actividades internas para motivar y desestresar a sus trabajadores, mejorando así su desempeño y productividad.
Deberían medirse los niveles de estrés crónico, ansiedad y depresión, y adoptar estrategias para mejorar la salud mental de sus colaboradores, incluyendo a los contratados por recibos por honorarios y a quienes realizan teletrabajo. Se pueden realizar pausas activas, círculos de escucha, dinámicas, talleres de integración, mindfulness (atención plena) y comunicación consciente, entre otras actividades que ayuden a los empleados a repararse emocionalmente y a integrarse mejor con sus equipos.
Para los desempleados, los municipios y ministerios deben implementar bolsas de trabajo más efectivas y centros de ayuda humanitaria y soporte socioemocional. El Estado y la banca también deben ofrecer alternativas financieras con facilidades de pago a quienes están desempleados, considerando el preocupante aumento de intentos de suicidio por deudas.
Según el decreto supremo N.° 149-2024, firmado por la presidenta Dina Boluarte, el Estado debe garantizar las condiciones para la recuperación económica en un contexto de “paz social”. Pero para que eso ocurra, es esencial que se garantice la paz mental, asegurando condiciones básicas para vivir. ¡Que así sea por el bien de todos! ¡Bendiciones!
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