¿Para qué echarle carne a los leones?

No cabe duda que la actual fiscal de la Nación, P. Benavides, hoy le resulta incómoda a muchos, sobre todo a los cómplices y defensores del golpista y mal chotano P. Castillo. Cuando el 20 de junio del año pasado fue elegida para ocupar tal cargo por la Junta de Fiscales Supremos, instancia bastante diezmada por cierto, resultó una incógnita ya que solo unos días antes ella había sido elegida como fiscal suprema titular por la Junta Nacional de Justicia.

Tranquilidad y preocupación ha causado por momentos la actuación de quien preside y representa al Ministerio Público y debiera hacerlo hasta junio de 2026 o hasta el 2028 si resultara reelegida, tranquilidad con su determinación a investigar a quienes parecían inalcanzables y preocupación por no incluir en flagrancia a los dos cómplices evidentes de Castillo, A. Torres y B. Chávez Chino, y la demora en solicitar el allanamiento de sus domicilios y los de los llamados "niños".

Últimamente causa perplejidad que la fiscal Benavides se ampare en un tecnicismo, para eludir mostrar los trabajos de investigación universitaria con los que obtuvo los grados académicos de maestra y doctora en Derecho, frente a un pedido específico formulado por una congresista de la República al Ministerio Público para obtener copia de dichas tesis. Arguye para tal elusión que el pedido no está vinculado a un aspecto funcional sino personal.

Tal respuesta no resulta esperable de quien lidera una institución que tiene por función constitucionalmente asignada defender la legalidad y los intereses públicos tutelados por el derecho, así como la persecución del delito, además de un muy valioso poder-deber de dar cuenta a los poderes Legislativo y Ejecutivo de los vacíos o defectos de la legislación, además de iniciativa en la formación de leyes.

Tampoco es aceptable que la universidad concernida justifique no ubicar los trabajos de investigación de la Fiscal alegando que recién desde la dación de la nueva ley universitaria, N.° 30220, el año 2014, es obligatorio contar con un repositorio de dichos trabajos y que los grados académicos fueron obtenidos antes.

¡De ninguna manera! Hay obligación de quien otorga un grado académico (a nombre de la Nación) y de quien lo obtiene y ostenta, de mostrar la investigación legalmente necesaria para generarlo.

Por mínima consistencia y transparencia, la fiscal Benavides debe exhibir las tesis que se le solicita, más aún si en su nombramiento como fiscal suprema se valoraron los grados académicos aludidos. Si no es ella, podrán exhibirlas quien informó como asesor o actuó como jurado.

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