Para quienes votaron por Dina

Quienes votaron por el comunismo en aquellos polémicos comicios de abril de 2021 lo hicieron por Pedro Castillo y por Dina Boluarte. Esta última postulaba como candidata única a la vicepresidencia de la República, mientras nuestra Constitución precisa que las planchas presidenciales necesariamente deben incluir un candidato a la presidencia y otros dos para la primera y segunda vicepresidencia. No obstante, gracias a una cuestionable e inconstitucional manipulación por parte de Jorge Luis Salas Arenas —comunista de viejo cuño, quien presidía el Jurado Nacional de Elecciones (JNE)—, se aceptaron no solo una, sino hasta tres violaciones a la Carta Magna.
La plancha que encabezaba Castillo no solo carecía de postulante a la primera vicepresidencia, sino que Boluarte figuraba como candidata a la segunda vicepresidencia mientras aún era funcionaria activa del Reniec, organismo relacionado con el sistema nacional electoral. ¡Por tanto, estaba vetada para ser electa a todo cargo público! Pero Salas Arenas aceptó. Si este sujeto aún no ha sido denunciado constitucionalmente por estos atentados contra la Constitución, es porque la actual mayoría congresal pertenece a una izquierda que empatiza con el comunismo, corriente a la que pertenece Salas Arenas. De modo que será el siguiente Parlamento —electo bajo el Jurado Nacional de Elecciones presidido por el juez supremo Rolando Burneo— del que esperamos una conducta diáfana, apolítica y diametralmente opuesta a la del infausto Salas Arenas, responsable del inconstitucional y fatídico proceso electoral de 2021.
Volvamos a las primeras líneas de este comentario. Quienes eligieron vicepresidenta a Boluarte como la persona que eventualmente sustituiría a Castillo ante cualquier eventualidad que lo apartara temporal o definitivamente de la presidencia no deben quejarse de que hoy Dina actúe como jefa de Estado, luego de que Castillo diera un golpe de Estado, delito constitucional por el cual está preso y que lo mantendrá en prisión por décadas.
Con esto queremos ilustrar que los culpables del caos en que está el Perú son quienes —inocente o conscientemente— votaron por candidatos revolucionarios sin experiencia en la compleja tarea de gobernar un país como el nuestro. Son también responsables del grave estado de cosas quienes no votaron pensando en las graves consecuencias que traería elegir a un termocéfalo, neófito y politiquero como Castillo. Recordemos que, por todo currículo en experiencia de vida, Castillo fue apenas un maestro de primaria cajamarquino que, aún hoy, no sabe leer ni escribir correctamente, y que Boluarte únicamente exhibe como destreza política su fracasada candidatura a la alcaldía de Surquillo.
Resumiendo: quienes votaron por Castillo y Boluarte —y mañana votarían por Antauro Humala— son y serán cómplices del estado caótico en que esté nuestro país, que hace apenas una década era modelo ante el mundo.
A los desbocados que gritan “Dina, asesina” les recordamos que ellos mismos votaron por ella, manipulados por agitadores de izquierda que los utilizan para obtener prebendas. ¡En las próximas elecciones, vote pensando en su futuro, jamás en el odio de clases, su peor enemigo!

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