Pedido justo a la presidente Boluarte

El paso por el poder de las verdaderas figuras políticas del país merece el respeto no solo de quienes atestiguan la vida de aquellos ilustres políticos peruanos, sino de quienes quizá ni les conocieron pero saben de él por quienes narran una historia, escriben de política y/o editan textos sin saber leer ni escribir. De vez en cuando hace falta evaluar las huellas dejadas por los escasos peruanos por, con su capacidad, han cincelado tanto personal como políticamente ahora vistos en perspectiva- una metamorfosis social tan proactiva, como aquella que produjo Alan García durante su segunda gestión presidencial. Lo escribo a sabiendas de que la pasión política llega a extremos de delirio e insania. Y que aquello será usado por los odiadores de García como arma arrojadiza. Pero así es la verdad y nadie, ni siquiera retorciendo nuestra historia -como suelen hacer sus fanáticos detractores- podrá borrar aquel cambio, aquel boom socioeconómico que produjo en aquellos precisos momentos tan críticos para el Perú. Posiblemente no tan graves como aquellos que hoy estamos viviendo los peruanos. Pero el ejemplo de García puede repetirse con un político inteligente, armado de coraje y decidido a que su patria recupere el sitial de volver a ser considerada la estrella de toda Latinoamérica. Como sucedió con el Perú en los útimos años de gobierno de Alan García. Los políticos que transformaron el rumbo de una sociedad en momentos históricos sumamente críticos, por más vilipendiados hayan sido por quienes fueran sus contrincantes, merecen no solamente respeto sino, sobre todo ser recordados por los resultados que obtuvieron para millones de peruanos, creando iniciativas en función a su coraje para proponer e imponer sus ideas, a despecho de fracasar y asegurar su ostracismo en la Historia Nacional. Una realidad contraria a la innata voluntad de los políticos inteligentes, quienes asumen responsablemente sus deberes con sus gobernados, basados en resultados a expensas de su futura historia.

Sirva la introducción para aplaudir la iniciativa del abogado Enrique Ghersi, quien aclara que la Fiscalía de la Nación, a través del fiscal supremo Alcides Chinchay, está investigando a Gustavo Gorriti, Rafael Vela y Domingo Pérez por el presunto “cerco” contra Alan García. “Salvo caso de flagrancia, toda investigación empieza con diligencias preliminares. El fiscal pide videos, expedientes, copias de noticias, etc. Pero la investigación empezó.”
Según el tambien constitucionalista Ghersi, la presidenta de la República, Dina Boluarte, “en aras de la reconciliacion nacional, debería conformar una comisión independiente que determine qué sucedió en el suicidio del líder aprista, quien puso punto final a su vida antes de ser detenido en un extraño operativo por el caso Odebrecht. “Es un hecho muy grave, porque un expresidente del Perú fue acorralado hasta acabar en su muerte. La jefa de Estado debe convocar a una comisión independiente, de gente del más alto nivel, que no pertenezca a ningún partido político, que haga una investigación para determinar la responsabilidad política de la muerte del expresidente Alan García, porque hay versiones de que el propio Martín Vizcarra habría estado involucrado”.

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