Pedro Castillo al banquillo
Una vez sorprendidos con las manos en la masa, los delincuentes (como sería el caso del aún presidente Castillo) intentarán defenderse apelando a hacer lo que mejor saben: delinquir. Es el caso de este sujeto, encaramado en palacio de gobierno, imputado por la Fiscalía de la Nación (esto hay que repetirlo una y mil veces) como presunto cabecilla de una “organización criminal”, en la cual participarían su esposa, su hija-cuñada o putativa, sus hermanos políticos. De esta mafia, forman y/o habrían formado parte algunos ministros y ex ministros. Ese es el patético perfil de quien funge de mandatario del Perú. Una humillante realidad y un vergonzante baldón que perjudica a los 32 millones de peruanos (exceptuando a la morralla de fanáticos y corruptos que integran este gobierno infecto, presidido por Castillo); asimismo, a tantos ciudadanos desinformados que le apoyan, engañados por alabarderos que paga palacio. Ofende, además, la memoria de todos los compatriotas que, durante los 201 largos años de vida republicana, se esforzaron por hacer del Perú una nación honorable, próspera.
Recordemos, amable lector, que Castillo fue sorprendido en flagrancia tras ser descubiertas sus andanzas retorcidas. Primero en el antro de Sarratea, antes de sentarse en Palacio; y ya instalado en la casa de gobierno, reuniéndose con proveedores del Estado que asistían furtivamente y, al día siguiente, resultaban siendo ganadores de soterradas licitaciones. ¡Luego la “hija” acabó sorprendida en flagrancia, asignando obras públicas! ¡Allí decidió poner al Estado bajo sus pies –vía inconstitucionales decretos supremos- con el propósito criminal de obligar a todo el sector público a acatar sus ucases dirigidos a neutralizar –a obstruir, más propiamente- las decisiones de la Fiscal de la Nación y del poder Judicial! ¿Encargados de ejecutar este operativo golpista, de corte chavista? El premier Aníbal Torres; los ministros; viceministros, directores generales y otros entes públicos. Igualmente, los comandantes generales del Ejército, la Marina, Aviación y Policía Nacional. Consecuentemente, los oficiales que conducen las divisiones de las FFAA y Policiales, algunos de ellos ascendidos a “pedido” de Castillo. Siete ministros de Defensa –en un año- atestiguan este intento de someter el aparato militar/policial a órdenes de Pedro Castillo. Históricamente, el primer presidente en ejercicio imputado por corrupto por el Ministerio Público. Por suerte, nuestra FFAA y la PNP siguen resistiéndose a este ilegítimo ucase.
El domingo, el propio Castillo y el premier Torres vomitaban palabras biliosas exclamando “La Fiscal de la Nación persigue, acusa y paga a cualquiera para que declare que Castillo es corrupto. Quiere que me metan preso”. ¡La Fiscal Patricia Benavides debería denunciarlos por difamación y abuso de autoridad! Castillo, imputado por liderar una organización criminal para robarle al Estado, no debe continuar en la presidencia; además difamando e injuriando a quienes, como la Fiscal de la Nación y el Poder Judicial, forman el sistema jurisdiccional; único estrato constitucionalmente autorizado para impartir Justicia. Aquello de “Solo me someteré a la Justicia del pueblo” -que tanto gritonea Castillo- es otra falacia suya. ¡Usted, Pedro Castillo, ya está sometido a la Justicia, denunciado por el Ministerio Público!
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.