ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Pérez-Reyes: ¡mejor renuncie!

Imagen
Fecha Publicación: 08/07/2025 - 23:00
Escucha esta nota

¡El mediocre ministro de Economía y Finanzas, Raúl Pérez Reyes, acaba de anunciar que “evalúa” un nuevo proceso de reestructuración financiera para la petrolera estatal! ¿Insiste en otorgar más presupuesto a la quebrada Petroperú? ¿Se resiste cobardemente a darla en concesión o privatizarla? ¡En ese caso, prefiere quebrar al país y seguir defendiendo a este ente inservible que debe al Estado más de US$10,000 millones; sin sumar los aportes escondidos bajo aumentos de capital que se han esfumado, ni las prebendas bajo cuerda que algún día se conocerán!
La historia de Petroperú es truculenta. Surge hace cincuenta y siete años desde un gobierno golpista, socialista y destructor del Estado, que imitaba el sistema cubano. Mantener esta estafa ciudadana fue un monumental error, capitalizándola con préstamos nunca atendidos y multimillonarios aportes bajo cuerda jamás fiscalizados, afectando presupuestalmente a Juan Pueblo. Aparte, reduciéndolo a usar bienes y servicios nacionales como los producidos por Petroperú para movilizar sus vehículos, maquinarias y cuanto mecanismo requiriese uso de combustibles. No obstante, ni siquiera apelando a esta estrategia inductiva, la petrolera estatal es capaz de sobrevivir independientemente.
Solo entre los años 2011 y 2025 –durante los gobiernos socialistas de Humala, Kuczynski, Vizcarra, Sagasti, Castillo y Boluarte– el Estado entregó préstamos, aportes de capital y/o avales soberanos a Petroperú superiores a US$3,000 millones, para equilibrar sus inviables operaciones y evitar su colapso financiero. Además, diversas garantías por US$1,000 millones para líneas de crédito de comercio exterior, y adicionales a otras salvaguardas por US$1,000 millones; sin contar otro conjunto de inyecciones de dinero jamás devuelto que superan el 3 % del PBI, recursos que acabaron “capitalizados” por esta quebrada petrolera. Aunque, evidentemente, debieron haber sido invertidos en construir hospitales, escuelas, carreteras, albergues para catástrofes, postas médicas; aparte de mejorar la infraestructura estatal –evidentemente decrépita– para atender debidamente al sacrificado ciudadano, etc.
La única explicación para que un sujeto como quien funge de ministro de Economía anuncie que “evalúa un nuevo presupuesto para atender el proceso de reestructuración financiera”, destinado a atender a la absolutamente quebrada Petroperú, es que este individuo no solo es un incompetente a tiempo completo para el cargo, sino un orate de catálogo.
La improvisación, falta de transparencia y absoluta mediocridad de los gerentes y directores de Petroperú –salvo escasas excepciones–, signadas por la corrupción instalada desde que el dictador Velasco Alvarado la inauguró, son responsables de las incontables, costosas y permanentes pérdidas acumuladas durante su más de medio siglo de existencia.
Petroperú jamás ha transitado por una operación saneada, sujeta a un plan de gobernanza claro y operativo, considerando su rol estratégico en el abastecimiento energético nacional. Nunca permitió someterse a la disciplina estatal, tanto en meritocracia, eficiencia y/o control anticorrupción de Fonafe; tampoco admitió que sus directorios los integre gente apolítica, independiente, profesional, sujeta a concursos públicos, aparte de preparada con horizontes precisos y preestablecidos. Todo lo contrario. Ahí estriba un elevadísimo porcentaje de las razones por las que Petroperú se encuentra en el estado catatónico que comprobamos.
Ministro Pérez: no siga pensándolo: ¡Renuncie! ¡Ni medio centavo más para Petroperú!

Mira más contenidos siguiéndonos en FacebookXInstagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.