Perú, país unicornio
Generalmente, cuando estamos cerca a las elecciones presidenciales, he notado que, de manera colectiva, empezamos a repetir aquellos flagelos que en décadas no logramos resolver: sistema político corrupto, falta de servicios básicos en muchos lugares del país, sistema educativo quebrado, sistema de salud insuficiente, etc. Todo esto se vuelve, de manera retórica, parte de la mayoría de planes de campaña de los candidatos; si revisamos los últimos 5 procesos electorales (25 años en lo mismo), encontraremos que los ofrecimientos son casi los mismo, esta es la mejor prueba de la falta de progreso. Sin embargo, si vamos a un análisis de campo, evaluando qué ha pasado realmente en los últimos 25 años en el país, veremos que nuestra economía individual ha mejorado muchísimo, a pesar de seguir rodeados de las mismas deficiencias macro estructurales y sociales; somos al día de hoy lo que en el mundo de los negocios se considera un unicornio... nuestra realidad es algo ajeno a lo común, siendo prácticamente un paraíso rodeado de maleza; ¿y cómo hemos logrado esto? La única explicación que encuentro es que, naturalmente, somos un país que logra convertir la necesidad en motivación y, de manera tal vez inconsciente, hemos conseguido independizar totalmente nuestro crecimiento económico de la gestión política del país, cosa que no sucede generalmente, de hecho, el desarrollo de la mayoría de países es una consecuencia de excelentes gestiones de gobierno, que lograron impulsar el desarrollo. Ahora, no podemos dejar de ver el mapa mundial en este proceso de crecimiento; ya que si hemos logrado “esquivar” nuestra penosa realidad nacional, lo hemos hecho siempre mirando al resto del mundo; los sectores económicos que más impulsaron este crecimiento están ligados al mundo, siendo así grandes abastecedores de metales estratégicos, frutas y verduras, ropa, tela, entre otros; la exportación fue uno de los grandes dinamizadores de nuestra economía. El flujo del dinero que nos ayudó a crecer fue más o menos así: sectores de exportación crecían muchísimo, generando riqueza a todos los que participaban, luego de esto, había que gastar el dinero, generando así al segundo en la cadena de desarrollo todo el sector comercio (consumo de servicios e insumos para empresas y todo tipo de industrias dedicadas al consumo de usuario final), entonces, el dinero llegaba para quienes exportaban y ellos generaban más movimiento y consumo interno; es así que crecimos sin importar si el pollo estaba vivo o muerto. Veamos siempre de tener gobiernos que sumen a nuestro desarrollo, pero hoy, sepamos también que no debemos permitir que ningún improvisado quiera frenar todo el desarrollo capitalista que hemos logrado y seguimos logrando como país... SOMOS UN PAÍS EMPRESARIAL Y PRÓSPERO PESE A QUIEN LE PESE. Buena semana para todos.
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