Perú se libró del comunismo
Perú se libró de la peor amenaza que ha podido tener como nación independizada van a hacer dos siglos. La madurez de los peruanos ha conseguido sortear el riesgo de recaer en el yugo del colonizador; que implicaría, después de doscientos años, volver a estar dominados ya no en calidad de colonia por una potencia extranjera, sino por un vasallaje ideológico, satánico, destructivo. En este caso, por el totalitarismo comunista que encarna el socialismo latinoamericano. Repetimos que gracias a la madurez de nuestra ciudadanía, hemos conseguido superar la que sin duda consistió en la peor maldición que pudo haber tenido el Perú, de haber triunfado el candidato Pedro Castillo arropado incluso por las huestes remanentes de sendero luminoso y, teledirigido –a la vez que financiado- por el incendiario socialismo que manejan Cuba y Venezuela, decidido a recuperar esta políticamente incendiada región del planeta para convertirla en subcontinente comunista.
Es evidente que, como la clara y la yema para el huevo, la ciudadanía contó con una candidata, Keiko Fujimori, a quien toca agradecer, decidida a enfrentarse no sólo al cúmulo de vicisitudes que demandaba una elección tan complicada, agresiva, como la que demostró ser esta segunda vuelta; sino a hacerse cargo de dirigir esta nación en momentos tan delicados como en los que se encuentra, víctima del desgobierno de facinerosos aventureros de la política como Toledo, Humala, PPK, Vizcarra, Sagasti quienes, sin dudarlo, se prestaron a gestionar el Perú trajeados únicamente de una desbordante irresponsabilidad. Eso sí, con una sinvergüencería jamás vista, decididos a manipular el Estado a favor de sus alicientes personales y familiares. Aunque en los casos de Toledo, Humala, Kuczysnki y Vizcarra envueltos, además, en esa decadente corrupción de robarle a la ciudadanía. Esto último quedó clarísimamente radiografiado por la pandemia, saltando a relumbrar las miserias de nuestro Estado en materia de Sanidad Pública. Siendo la principal razón, que estos cuatro ex mandatarios robaron -y permitieron que terceros robasen con ellos- nada menos de US$30,000 millones. Dinero aportado por los contribuyentes para ser invertido en Sanidad, Educación, Seguridad Ciudadana y tantos otros menesteres que necesita cubrir el Estado para asegurarle una mejor calidad de vida a los peruanos. Sin embargo, esos US$30,000 millones fueron robados por esta gavilla de ladrones de cuello y corbata, con el visto bueno, además, de esa llamada “gran prensa”, a la que tanto defienden quienes ahora se dan con una piedra en el pecho gracias a que el comunismo no gobernará el Perú. Pero habrá que tener siempre muy presente que dichos ciudadanos NO apoyaron la candidatura de Keiko porque, tanto La República, El Comercio, RPP, canal 2, etc., les informaban que representaba a la corrupción. Aunque, como actúan estos miserables, ante las evidencias de que la gente rechazaría la opción comunista, los últimos días dieron un tímido giro de timón. No por convencimiento, sino para defender su pellejo y mostrarse como facilitadores del triunfo de Fujimori. Ello debe quedar absolutamente establecido al escribir la historia de estos gravísimos momentos que, por fortuna, ayer fueron superados.
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