Perú y Chile: la distancia que nos separa
Quedó claro para América Latina que no existen cuerdas separadas entre la política y la economía. Quedó en evidencia cuando decidieron eliminar sin mayor olfato el subsidio a los combustibles en Ecuador (US$ 0.49) y elevar el pasaje del Metro en Santiago de Chile (US$ 0.04), lo que incendió la pradera de nuestros vecinos con pronósticos reservados. Es cierto que el “modelo chileno” requería ajustes, como lo demostró la “Revolución de los Pinguinos” contra el lucro en la educación (2006) y la marcha contra las AFP (2016), pero la derecha empoderada con el nuevo triunfo de Sebastián Piñera hizo oídos sordos. Luego de 30 años del Consenso de Washington para liberalizar la economía, queda claro que de las 10 recetas poco se ha avanzado en la segunda: fortalecer los servicios de educación y salud, y la tercera, mayores impuestos a los ingresos más altos. Un viejo proverbio señala “que cuando las barbas de tu vecino veas rasurar pon las tuyas a remojar”, sobre todo porque Chile frente al Perú exhibe unos indicadores por ahora inalcanzables. Mientras Chile cuenta con 19 millones de habitantes con una esperanza de vida de 79.7 años, Perú cuenta con 31 millones y una esperanza de 76 años. El Producto Bruto Interno per cápita chileno es de US$ 15,923 (el más alto de América Latina), mientras que el peruano es de US$ 6,947, lo que se refleja en que el gasto público por estudiante secundario en Chile es de US$ 2,914, mientras que en el Perú es la tercera parte, US$ 1,063. En cuanto a salud, la distancia es mayor. El gasto por persona en Chile es de US$ 1,137, mientras que en el Perú es de US$ 358 (OMS), que se refleja en la mortalidad infantil: 6.7 niños de cada mil en Chile y 11 de cada mil en el Perú. En indicadores laborales, la brecha es notoria. El sueldo mínimo en Chile es US$ 423 (aunque Andrónico Luksic anunció en la crisis un sueldo mínimo de US$ 690 en sus empresas), mientras que en el Perú es de US$ 277. En las pensiones de las AFP, también la distancia es apreciable “... mientras en Chile la pensión es el 34% del sueldo, en el Perú llega a 25%” (FMI 12/07/19). Pero lo que deja las protestas chilenas en la Plaza Italia a ritmo de “Cariñito” son dos lecciones: la primera, el abuso de los oligopolios chilenos (concertando precios) y lo segundo, la desigualdad, que alcanza el 46.6%. Según el Banco Mundial, el Perú es menos desigual (43.3%). Sin embargo, el profesor Bruno Seminario cuestiona esta cifra que se obtiene en el censo, ya que las familias ricas no abren la puerta a los encuestadores. La propaganda mapochina situaba a Chile en el primer mundo o “un oasis” (Piñera dixit); sin embargo, nunca más vigente Vallejo: “hay, hermanos, muchísimo que hacer”.