Petro estimula la violencia
Acorralado por su orfandad popular, sus venas totalitarias y su total desconocimiento de lo que constituyen la diplomacia y los acuerdos internacionales, Gustavo Petro, sanguinario terrorista y narcotraficante lamentablemente encaramado como presidente de Colombia, ha encendido una artificial crisis fronteriza contra Perú basada en su ilegítima disputa sobre la soberanía de la isla Santa Rosa, ubicada en pleno río Amazonas, localidad de Leticia. Esta ciudad fue concedida por Perú a Colombia bajo el Acuerdo Salomón-Lozano, firmado el 24 de marzo de 1922, por el cual Perú le cedió a Colombia el Trapecio Amazónico, incluyendo Leticia, zona estratégica para acceder al río Amazonas donde la población era peruana mayoritariamente. Tanto que muchos nacionales rechazaron la nueva soberanía.
El conflicto acabó con la mediación de la Liga de Naciones, y Perú se retiró de ese territorio en 1933, al alcance del citado tratado ratificado por nuestro Congreso en 1937 por presión del entonces presidente Augusto Leguía. Evidentemente, Perú concedió Leticia por apremio geopolítico. Fue el 17 de agosto de 1930. Recordemos que Colombia nos había ayudado en la guerra con Chile, y nuestra diplomacia buscaba consolidar apoyo regional. El acuerdo fue negociado sin consulta popular, tanto que Loreto lo rechazó calificándolo de traición. Inclusive, muchos peruanos invadieron Leticia como oposición al mencionado tratado.
En 2024, el Ministerio de Relaciones Exteriores peruano reafirmó la soberanía sobre la isla Santa Rosa ubicada cerca de nuestra triple frontera con Colombia y Brasil, después de que el director de Soberanía Territorial colombiano, Felipe Cadena Montenegro, señalara que “esa isla no pertenece al Perú”. Aquello fue rechazado por nuestro país, y el Congreso se sumó al repudio calificando las afirmaciones como “pretendida usurpación de territorio”.
Hoy, representantes de nuestras Fuerzas Armadas y Policía Nacional permanecen en Santa Rosa dándole presencia estatal. Territorio que cuenta con cerca de 3 mil habitantes en total abandono, lamentablemente sin servicios básicos en salud y educación y dependiendo de emergencias en Leticia (Colombia) o Tabatinga (Brasil).
Las islas Chinería y Santa Rosa forman parte de una misma zona terrestre. Sin embargo, según las mareas, cada cierto tiempo el río Amazonas las separa y las vuelve a unificar. El Protocolo de Río de Janeiro, suscrito el 24 de mayo de 1934, puso fin a la guerra entre ambos países, cerrando una etapa de disputas por la soberanía amazónica con enfrentamientos armados, como la de La Pedrera en 1911, y luego la toma de Leticia. Aquello desembocó en guerra entre ambas naciones, hasta que en el año 1922 los plenipotenciarios Fabio Lozano Torrijos, por Colombia, y Alberto Salomón Osorio, por Perú, firmaron el Tratado Salomón-Lozano, ratificado en 1928, estableciendo como línea fronteriza principal el río Putumayo; y en el área amazónica, la franja soberana colombiana conocida como trapecio amazónico. No obstante, el protocolo de 1934 permanece vigente como referencia fundamental para la relación binacional y la estabilidad fronteriza amazónica.
Un exabrupto del exmandamás de las FARC, Gustavo Petro, hoy mandatario de Colombia, no puede ni debe perturbar la señera amistad Perú-Colombia. El Parlamento de ese gran país tiene la palabra.
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