Petroperú: ¡ni un centavo más!

La presidenta Dina Boluarte; Alberto Otárola, su presidente del gabinete ministerial y todos los ministros que lo conforman (salvo quienes votaron en contra), deberán ser denunciados constitucionalmente por el mero hecho de encontrarse debatiendo, en este mismo momento, un nuevo aporte del Estado a la técnicamente quebrada empresa pública Petroperú. Según el ministerio de Economía –todavía a cargo del ministro Alex Contreras–, “la próxima semana informaremos sobre los detalles”. Pero hombre, ¡aportar un sol a Petroperú es malversar los recursos públicos! Se trata de una empresa en absoluta falencia económica, endeudada por más de US$ 7,200 millones, la mayor parte de esa deuda avalada por el Estado –vale decir, por usted, amable lector– y cuyas ventas anuales no alcanzan siquiera para sufragar la cuarta parte de los intereses bancarios que debe pagar. Petroperú ha sido, desde su inicio, la predilecta empresa estatal engreída por las izquierdas, en honor a su pasado velasquista y al hecho de que, a través de ella, se amamantan los parásitos rojos que contratan con ella millonarias consultorías, todas ellas conducentes a lo mismo; que Petroperú siga ahondando su crisis; pero beneficiando a la tecnocracia izquierdista.
El detonante de la quiebra de la petrolera estatal (en un país que apenas produce unos 38,000 barriles diarios, de los 260,000 que hoy consume) ha sido la flamante refinería de Talara, presupuestada inicialmente –durante el gobierno izquierdista de Humala– en US$ 1,800 millones por su principal promotor, el nefasto “especialista en petróleo” –y entonces presidente de Petroperú–Humberto Campodónico; aquel rojo velasquista furiosamente respaldado, a través de La República, por su jefe Gustavo Mohme, quien impuso aquel proyecto a pesar de la justa oposición de quienes demostramos su absoluta inconveniencia, aún tomando en consideración el falaz presupuesto que presentará Campodónico para “facilitar” su aprobación.

¡Reiteramos, invertir un sol más del dinero de los peruanos en la quebrada empresa estatal Petroperú es robarle a Juan Pueblo! Sin embargo el consejo de ministros de la izquierdista Dina Boluarte debate, en estos momentos, un pedido de Petroperú para que el Estado le aporte otros US$ 2,500 millones adicionales a los siete mil y pico ya quemados. Un crimen agravado por el hecho de que, hoy, el Perú bordea aquel duro camino de la insolvencia, que ya recorrió entre los años sesenta a ochenta por culpa del socialismo criollo, siempre buenista, muy patriotero y, fundamentalmente, ladrón, que desembocara en la quiebra del Estado peruano de la que nos costó salir demasiada sangre, sudor y lágrimas.

Con hospitales desvencijados desprovistos de medicinas; con médicos, enfermeras infrarremunerados; con una Policía pésimamente mal pagada, aparte de insuficiente; y teniendo en las narices una descomunal partida para reconstruir las secuelas de un Niño ya devastador, sería absolutamente desquiciado que el régimen ya bastante cuestionado de Dina Boluarte aporte un centavo –muchísimo menos los US$ 2,250 millones que está debatiendo autorizar– a una empresa quebrada y corrupta como Petroperú. ¡Ya basta de estupideces, presidenta Boluarte y premier Otárola! Porque, caso contrario, acabarán ustedes en algún calabozo inmersos en complicados procesos judiciales contra el Estado.

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