Plagio al Perú
De acuerdo con el Mataburros, la primera acepción de la palabra plagio es copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias, pero también puede significar una forma de secuestro. Hace no mucho un inefable político a quien la fama de plagiador lo persigue desde la universidad aquí y en el extranjero, no tuvo mayor ocurrencia que afirmar que sus casos no eran plagios sino copias que es lo mismo que decir que copia no es calco ni imitación servil y así siguió su ridícula defensa.
Lo peor ahora es que la cuestionada universidad de que es dueño acaba de validar por “su originalidad” la tesis supuestamente elaborada hace años y a dos manos por el actual ocupante de Palacio y la “primera dama” para la obtención del grado de magíster que, clamorosamente, tiene todas las evidencias de ser un plagio y que viene siendo objeto de investigación fiscal. El que funge de primer mandatario se defiende alegando que todo es una patraña urdida para desestabilizar a su desgobierno y que, por supuesto, jamás renunciará al cargo por ello. Apenas unas semanas atrás, el Presidente de Hungría pescado in fraganti por lo mismo tuvo la decencia de dimitir por no ser digno de continuar en el cargo, algo que, indudablemente, le falta a Castillo y le sobra a los decentes. Conforme a la Constitución, quien ejerce el cargo de jefe de Estado personifica a la Nación, así que existen más que indicios de que su plagio ofende a todos los peruanos.
Recurriendo a la otra acepción de la dichosa palabra también hay tela para cortar. Ha recobrado fuerza la todavía conjetura de que las polémicas elecciones generales de 2021 –en especial la presidencial- fue fraudulenta, algo que jamás resultó transparentemente desmentido, máxime si la apresurada “santificación” del proceso electoral por parte de los observadores internacionales se efectuó antes de que apareciesen los indicios de fraude cometidos en las mesas de sufragio pasibles de la nulidad parcial o total de los comicios, de acuerdo a ley. Esto ya se investiga en sede fiscal y parlamentaria y de confirmarse significaría entonces el secuestro o usurpación del Gobierno por el nefando régimen de turno a quien ningún ciudadano debería obediencia. ¡AMÉN!
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