Poder y dinero

Una de las interrogantes que aparece en la mente es que la persona puede tener poder, pero no dinero, como el maestro, el policía, fiscal y juez, empero, algunas personas tienen dinero, pero no poder, como el comerciante, que ha acumulado fortuna gracias a su trabajo y busca a las personas con poder para tomar mejores decisiones. Pero existe otra clase de personas que poseen poder y dinero, pero dentro de su interior no tienen poder y el dinero no lo saben administrar, porque no están preparados para el poder ni para tener dinero y el nuevo estatus los hacen incurrir en el abuso del derecho, queriendo imponer sus ideas, no obstante, estar equivocados e invertir en cosas improductivas, como tener diferentes inmuebles y muebles, a fin de llenar los vacíos existenciales.

Hay que estar preparados mediante el aprendizaje recibido en el núcleo familiar, que existe momentos buenos, regulares y malos, que el ser humano cuando le otorgan poder y posee dinero si no da la talla para hacer las cosas bien se vuelve un tirano, se rodea de personas que solamente aprovechan del cargo de la persona que está bien ubicada con la finalidad de favorecerse y a terceras personas, instalando en la mente de esas personas que son importantes hasta que dura el poder y el dinero. Después se olvidan de las personas y si las vieron ni la saludan, buscando a otras personas que les puedan dar mejores resultados a sus intereses.

He escuchado algunas personas decir que es la ley de la vida. No, señores, no puedes utilizar a las personas de acuerdo a las conveniencias y cuando no son útiles para tus intereses las desechas. Estas personas están con Dios y con el Diablo. Lo importante es preguntarse, ¿por qué sienten y piensan así? La respuesta es sencilla, lo aprendieron del hogar en que se desarrollaron, donde no existía lealtad, compromiso, respeto, no tienen ninguna clase de amistades, en sus mentes anidan la traición y el sacar provecho de los demás. El mundo está rodeado de esta clase de personas tóxicas, hay que detectarlas y alejarse.

Sin ir muy lejos, en nuestro país, en estos últimos veinte años hemos tenido y tenemos autoridades presidenciales, regionales, distritales, funcionarios en la administración pública y privada, que han tenido y tienen poder y dinero; sin embargo, nunca les ha interesado el país, sino llenarse los bolsillos a costa del pueblo, para sus propios intereses y beneficio de su entorno, simplemente porque no les interesa el país, el pueblo, las instituciones, los niños, los ancianos, los indefensos, los que no tienen voz, porque nadie los escucha; y nadie absolutamente nadie, no salen a las calles para una protesta social pacífica, sin embargo, el día del partido Perú-Ecuador, el Estadio Nacional estaba repleto. La pregunta es: ¿más importante es un partido de futbol que salvar la democracia? Por supuesto que la democracia, porque sin ella no se respetan los derechos fundamentales de la persona, consagrados en el artículo dos de la Constitución Política del Perú.

Lamentablemente, el poder y el dinero nos están conduciendo a la destrucción del país, tenemos un congreso tibio, donde cada uno se preocupa por sus propios intereses y el gobierno de turno está copando las instituciones del Estado, por lo tanto, debe intervenir las Fuerzas Armadas en el Ejecutivo, que gobierne con el Congreso y convoque a nuevas elecciones con un Jurado Nacional de Elecciones, que garantice la transparencia del voto popular.

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