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¿Policía político?

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Fecha Publicación: 23/12/2023 - 22:10
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El coronel Harvey Colchado se encuentra, una vez más –como cuando le puso el chaleco de detenida a Keiko o lideró el desastroso operativo de detención en la casa de Alan (dicen que ¡hasta se comió lo que había en la refrigeradora después de que el expresidente acabó con su vida de un balazo!)–, en el ojo de la tormenta.

El jefe de la Diviac, dirección a la que muchos califican de “policía política” al servicio del caviaraje, se despachó, con total desparpajo, en contra de la suspendida fiscal de la Nación, Patricia Benavides, al sindicarla como la cabecilla de una red criminal que tenía como objetivo perpetuarse en el poder, a pesar de que no existe -todavía- ninguna investigación a nivel de fiscales supremos.

Es inaceptable que un agente policial, que se supone que debe ser imparcial, actúe de una manera tan sesgada. Pero esto no debería llamarnos la atención, ya que antes afirmó que Pedro Chávarry era el fiscal del fujimorismo. El diario Expreso evidenció, además, que Colchado amenazó al personal de seguridad de Chávarry para que lo inculpen de haber deslacrado oficinas del Ministerio Público, pero estos se negaron.

Para más pruebas de su evidente rol político, es fundamental recoger lo que el periodista Umberto Jara cuenta en su reciente libro: Así cayó Castillo. En la página 122, Jara señala que, luego de la segunda vuelta electoral, Harvey Colchado, que en ese momento se desempeñaba como jefe de la Región Policial de Lambayeque, recibió una invitación del dirigente perulibrista Naimes Cabrera para que se reúna con Pedro Castillo nada menos que en la famosa vivienda del pasaje Sarratea, en donde el golpista exjefe de Estado sostenía oscuros encuentros al margen de la ley.

Es así que, relata Umberto Jara, Colchado aceptó la cita y aprovechó un viaje a Lima para acudir a la vivienda de Breña, en donde, finalmente, no se reunió con Pedro Castillo, pero sí con sus tres principales asesores: Salatiel Marrufo, Nenil Medina y Alejandro Sánchez, dueño de dicho predio.

De acuerdo al libro, Harvey Colchado participó de aquel encuentro para explicar las actividades que se podían realizar desde la Diviac, pero todo se frustró cuando Marrufo le pidió que chuponee a Luis Arce Córdova, exmiembro de la JNE, para encontrarle algo porque este siempre estuvo a favor de revisar las irregularidades en los últimos comicios.

Jara asegura que Colchado rechazó tal solicitud ilegal; sin embargo, llama la atención que el coronel, a quien hoy se le pretende endilgar la caída de Castillo, haya participado en una reunión política de tamaña envergadura.

¿Por qué un efectivo policial buscaba reunirse con el eventual mandatario y su sombrío entorno? Todo indica de que estamos frente a un policía político: ¡hay que tener mucho cuidado con este personaje! Feliz Navidad.

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