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Por los caminos del Señor

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Fecha Publicación: 09/07/2022 - 22:00
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Hola… repasando un libro de la antigüedad me encontré con dos historias, para mí muy significativas, una perteneciente a la antigua Roma y la otra de uno de los lugares más emblemáticos de la humanidad que está en Grecia. Esta ciudad se llama Esparta, donde vivían los Espartanos.

Comenzaremos por Roma. Hace más de dos mil años se planeó y se construyó una red de caminos con tecnología y extensión que ninguna otra civilización había hecho jamás. Atravesando los llanos, superando las sierras y montañas, subiendo por terraplenes o desmontando la roca tanto como fuera necesario para llegar a su destino.
Es maravilloso escuchar este dato, las vías romanas tuvieron una extensión de 120,000 km que vendrían a ser dos vueltas alrededor del mundo.

La red de carreteras tenía una tecnología y un diseño tan extraordinario, que por ellas podían transitar los carros romanos de tal manera que no corrieran ningún peligro.

Estas carreteras conectaban ciudades y tenían una superficie de grava. Las calzadas romanas se hicieron con suelo de cimentación y según el terreno, los constructores hicieron construcciones en el suelo para nivelarlo e instalaron soportes especiales en lugares donde el suelo se hundía. A continuación, compactaban el suelo y a veces lo cubrían con arena mortero, proporcionando una base estable para las múltiples capas superiores.

Soy testigo presencial de haber transitado por calzadas hechas por los romanos y puedo decirte que dos mil años después, estas carreteras y estas calzadas romanas se hicieron para siempre.

Ahora dejaremos Roma y nos iremos a Esparta, en Grecia. Los Espartanos han pasado a la historia como una de las razas más disciplinadas y valerosas de la humanidad.

Un día le preguntaron a un Espartano llamado Agesilao el Grande: ¿Por qué Esparta no está rodeada de murallas? A lo que Agesilao contestó: Lo que hace fuerte a las ciudades no son los maderos ni las piedras, sino las virtudes de sus ciudadanos.

Estas dos historias que relatan hechos de hace dos mil años, nos hacen pensar que si ellos lo hicieron, por qué no hacer nosotros lo que ellos hicieron. Para los romanos, las cosas se hacían bien y punto. Para los Espartanos, disciplina y fuerza de voluntad.

“La gente inteligente habla de ideas, la gente común habla de cosas, la gente mediocre habla de gente”

Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!

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