Por los caminos del Señor

Hola… Te hablo desde un bellísimo atardecer y de un no menos bello pueblo en las montañas de la provincia de León. A mi lado se encuentra un río con aguas cristalinas, tan limpias que cuando las truchas saltan para comer los mosquitos puedes verlas con nitidez.

El día ha sido muy caluroso, con una temperatura de 40 grados, sin embargo la puesta de sol de rojo candente nos está regalando una brisa suave y limpia, como suele suceder en los pueblos de la montaña. Escribo estas líneas un día como hoy, donde inicia la semana de Fiestas Patrias en Perú y mañana lunes, la Iglesia recuerda al Apóstol Santiago, hermano de Juan, quien fue el último en morir y cuidó de la Virgen María hasta que fue llevada al Cielo. Santiago, el hermano mayor, fue muy cercano a Jesús, evangelizador de España y quien en Jerusalén fue el primero en ser martirizado.

En el atardecer de cielo azul y un rojo intenso en el sol, suave brisa y aguas cristalinas, pensaba en voz alta sobre la necesidad de una oración y compromiso hacia nuestro Perú en estas Fiestas Patrias. El próximo domingo mirando hacia atrás te pediría un compromiso formal hacia el Perú.

Al apóstol Santiago lo encontramos muy cerca, en los lugares más significativos del evangelio, siempre cerca a Pedro, en el monte Tabor, en las bodas de Caná… Fue pescador, pero entendió perfectamente el compromiso de apóstol evangelizador. Si gustas, la próxima vez te cuento la anécdota de la Virgen del Pilar en Zaragoza, cuyos protagonistas fueron la Virgen y el apóstol Santiago.

Cambiando de tema, el día de ayer visité la ciudad de León, donde se encuentra la Catedral gótica más representativa del mundo, no por gusto se le llama “la Pulchra Leonina”.

En cuanto a la Catedral de León, siempre he admirado la filosofía de aquellos hombres de hace mil años atrás, quienes hacían su presente respetando y valorando su pasado, pero al mismo tiempo tenían muy claro que lo que ellos hacían hoy, servía para las generaciones futuras. Es muy interesante esta filosofía y con ella me comprometo en próximos encuentros a desarrollarla.

Lo que quería hoy era compartir un encantador momento que estoy viviendo y que a través de estas líneas, imaginariamente estoy seguro que lo puedes vivir con imágenes que tú mismo vas construyendo.

“La gente inteligente habla de ideas, la gente común habla de cosas, la gente mediocre habla de gente”.

Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!

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