Por los caminos del Señor

Hola…
Existen momentos en la vida en los cuales el corazón sufre por hechos inexplicables, pero hay que afrontarlos con fortaleza.
Este domingo quiero contarles una historia que sucedió alrededor del 16 de diciembre del año 1989.
Era domingo. Yo vivía en el colegio San Agustín, y en la mañana me visitó una familia que conocía. Me pidieron que los acompañara a la iglesia de la Virgen del Pilar.
Por el camino me contaron que unos amigos suyos habían perdido a su hijo de 17 años, que recién se había graduado en el colegio Newton. El accidente sucedió en la Av. Javier Prado, en lo que en aquella época era el Jockey Club. El auto chocó contra esta pared y Albertito, que así se llamaba el joven, fue trasladado a la Clínica Tezza, pero ya llegó cadáver.
Mis amigos me llevaron a la iglesia para acompañar a los papás de Albertito. Llegué, hablé con la familia y, después de un tiempo de acompañarlos, regresé a mi casa.
A los dos días, el martes siguiente, me avisaron que un señor quería conversar conmigo. Lo recibí y resultó ser el papá del joven a quien había acompañado en su velorio. Me agradeció por estar con ellos y me pidió que escribiera lo que les había dicho en ese momento. Les hablé lo que me dictaba el corazón, aunque la verdad es que eso de escribir no se me daba muy bien.
Me dijo: “Tengo un periódico, el diario Expreso, y me gustaría publicar lo que usted dijo delante del féretro de mi hijo”. Me dio su número de teléfono y añadió: “Cualquier cosa, me llama”.
En enero de 1990, un sábado, salí con unos amigos a la playa de Punta Hermosa y, en un momento dado, me puse a escribir. Al llegar a casa, logré completar una historia en stencil y se la llevé a don Alberto Ulloa, que en ese momento estaba en el periódico. Publicaron el artículo esa misma semana. Hasta el día de hoy, nunca me han dejado de publicar cada semana.
Quería contarte que, con algunos de esos artículos, hemos publicado un libro que presentaremos este martes 29 de julio a las 6:00 de la tarde, en la Feria Internacional del Libro, en el auditorio José María Arguedas. Lo hemos titulado Momentos de Paz. Para mí es la primera vez que publico y presento en una feria internacional. Si me permites, me gustaría que me acompañaras, si es posible físicamente, y si no, pensando que esas historias han nacido de la experiencia, y posiblemente alguna de ellas tú fuiste mi inspiración.
Visité a don Antonio Ramírez, director del diario Expreso, por primera vez en el nuevo local del diario. Este miércoles, me recibió con mucho cariño, y me encantó ver el Nuevo Testamento sobre su escritorio.
Gracias por llegar hasta aquí.
Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!
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