Por los caminos del Señor
Hola… Hoy, 28 de julio, hemos vivido una jornada de gratitud y reflexión en la Catedral de Lima. Con el canto del Te Deum, el pueblo del Perú expresó su agradecimiento a Dios.
Desde los albores de la república, año tras año, esta ceremonia ha sido una Acción de Gracias en reconocimiento a la bendición divina que ha acompañado la construcción de nuestro Perú. La gratitud nace de un corazón grande.
Un corazón mezquino, reducido a un simple “yo”, nunca entenderá su verdadero significado. Un corazón agradecido se extiende hacia los demás como un regalo que Dios nos ha puesto en nuestras vidas. Esto incluye no solo a las personas, sino también a la naturaleza, que Dios nos ha dado junto con nuestras cualidades para engrandecer a nuestro Perú. En un día tan significativo como hoy, la historia que hemos escuchado muchas veces nos lleva a un compromiso firme con nuestra patria.
En una playa ocurrió algo terrible: la naturaleza, en un fenómeno inexplicable, había arrojado miles de estrellas marinas a la orilla. La escena era catastrófica, con miles de estrellas condenadas a morir.
Dos hombres caminaban por la playa, asombrados y apenados. Uno de ellos comentó que nunca había visto algo igual y que lo peor era que las estrellas morirían inevitablemente. Su compañero, sin embargo, se acercó a la playa y comenzó a lanzar las estrellas de mar de vuelta al agua, una por una. El primer hombre, desde lejos, le gritó: “No vas a poder salvarlas a todas, tu esfuerzo es inútil”. Pero su amigo, sin detenerse, replicó con una estrella en la mano: “Al menos a esta, a esta y a esta otra ya las salvé”.
Queridos amigos, conocemos la realidad de nuestro Perú en blanco y negro, a color y hasta en 3 o 4 dimensiones. No somos ajenos a nuestra realidad, pero hoy debemos hacernos esta pregunta: ¿Qué estamos haciendo cada uno de nosotros para hacer de nuestro Perú un lugar más solidario? ¿Cómo pueden aquellos en situaciones extremas sentir nuestras manos y corazones generosos, no para decirles que van a morir, sino para mostrarles de lo que somos capaces cuando nuestro objetivo es dar vida, una vida con significado, presente y futuro?
“No le pidas a tu país lo que va a hacer por ti, más bien dile tú qué vas a hacer por él.”
Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!
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