Por los caminos del Señor

Hola… En la universidad de Estados Unidos, Yale University, Bill Gates dio una charla a los estudiantes y padres de familia en la cual expuso once principios básicos que sería recomendable tenerlos presentes tanto los padres como los jóvenes.

Quisiera aclarar que si bien no he contrastado esta información, fuese o no de Bill Gates el contenido es tan rico, que por lo menos merece la pena reflexionar y dar un paso hacia adelante comprometiéndonos con estos principios básicos de la vida.

No quisiera resumirlos por cuestión de espacio, porque estaría cometiendo un grave error, lo que sí he pensado es compartir con ustedes algunos de estos once principios y desarrollar a modo personal algunas reflexiones.

Uno de los principios es: “La vida no es justa, acostúmbrate a ello”. Me parece que en el camino recorrido por Bill Gates durante su vida, hasta lograr lo que hoy representa para la humanidad, hubo personas envidiosas, trámites engorrosos, decisiones injustas de quienes fueron sus superiores y muchas más cosas que lograron que Bill Gates no se desanime y que más allá de los bienes materiales que tenga, que creo son muchos y a pesar de algunas ideas que muchos no compartimos, ha logrado ser una figura mundial cuyo aporte a la humanidad ha sido y será muy significativo. Por ello, por experiencias personales de muchos de nosotros, creo que estaremos de acuerdo en compartir esta frase, que es el resumen de una vida exitosa, la de Bill Gates, con la que enseñamos a los jóvenes que no podemos tirar la toalla ante el primer NO que recibamos en la vida o incluso con los cien o cien mil NO que nos encontremos en el camino.

Otro principio expuesto por el conferencista dice: “Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia requerida”. Considero que a cierta edad, con una perspectiva de la vida, siempre encontrarás personas que a primera impresión no te llaman la atención o no les das el valor suficiente. Sin embargo, con la madurez necesaria podrás comprender que ellos quisieron darte lo mejor y como buenos educadores, tuvieron la suficiente paciencia “para no tirar la toalla”.
Pienso que la vida nos va a deparar otros encuentros como este, para poder juntos conversar sobre la esencia de la vida.

“Conócete, Acéptate y Supérate”San Agustín

Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!

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