Por los caminos del Señor

Hola… Acabo de leer esta frase: “La oruga no necesita de un milagro para poder volar, necesita un proceso”. Esta frase no solamente nos lleva a la reflexión, sino también al compromiso y desde él a la actitud que podemos tener ante la vida.

Esta semana, solo hemos venido al colegio del Consuelo los profesores, personal administrativo y colaboradores. Al igual que en la mayoría de colegios de Lima, nuestros jóvenes han estado en sus hogares, para mañana lunes arrancar el segundo bimestre, que nos llevará a Fiestas Patrias, completando el primer semestre.

Pienso en estos jóvenes, que mañana lunes regresarán a sus colegios y mirando desde mi oficina los patios y los salones, me pregunto si en algunos casos estaremos enseñándoles a pedir milagros, cuando el gran milagro de la vida es respetar los procesos y las leyes naturales, sin romper la cadena necesaria que tiene la vida misma.

Estas épocas, sobre todo en los jóvenes, no son de mucha paciencia y perseverancia, ni de estar atentos a los acontecimientos naturales que van viniendo por sí solos, pero que requieren que prestemos atención para que no nos cojan distraídos.

Recuerdo de niño que la escuela de mi pueblo estaba al lado de un camino que conducía a una chacra, en la cual sembraban trigo, centeno, cebada… En el mes de octubre veíamos pasar a nuestros padres, quienes se dirigían a sembrar las semillas de estos productos. Después venían las lluvias y la nieve, cuando en abril desaparecía la nieve, comenzaban las lluvias y veíamos los campos poniéndose verdes y luego crecer los tallos de los que salían las espigas y con los calores de junio, el verde se convertía en color oro, para que los primeros días de julio nuestros padres cosecharan lo sembrado en septiembre u octubre.

De niño aprendí que la vida es un proceso, que tiene tiempos y espacios que hay que respetar. Es verdad que los milagros existen, pero los más naturales son aquellos que nos hacen saber que aquello que hoy sembramos necesita un proceso, al igual que la oruga no pide un milagro para volar, lo único que pide es un proceso que cumplir hasta convertirse en mariposa.

“Conócete, Acéptate y Supérate”San Agustín

Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!

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