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Por los caminos del Señor

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Fecha Publicación: 11/02/2023 - 21:40
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Hola… Siempre he pensado que los libros mejor escritos son aquellos que se encuentran en la misma naturaleza. El sembrar una semilla, esperar su proceso de crecimiento y recoger su fruto, nunca ha variado en los cientos y miles de años de su existencia.

El curso de un río, desde que nace hasta que desemboca en el mar, siempre es una historia de mirar hacia adelante, es decir, de dirigirse al mar. Aunque pasen por montañas, desfiladeros, inmensas llanuras, nunca regresan, siempre miran hacia adelante.

Estando a dos días de la fiesta de la amistad, hoy quiero contarte la historia del águila, de la cual podríamos aprender algo tan simple pero tan aleccionador como es lo siguiente: Cuando un águila macho se acerca a un águila hembra para formar una pareja, el águila hembra le hace una prueba para saber si es el idóneo para su matrimonio. En un momento dado, el águila hembra desciende hasta el suelo y con su pico recoge una rama. Cuando la tiene, eleva el vuelo hasta una altura considerable. Durante esta operación, el águila macho observa con atención, ya que en un momento dado, ella suelta la rama y él debe atraparla en el aire para llevársela de nuevo a la hembra y así comenzar a construir juntos su nido. Con ese gesto, la hembra comprueba la destreza del macho y confirma si ambos pueden formar un hogar, cuidar a sus crías y enseñarles sus destrezas.

Esta experiencia me parece interesante, porque si la trasladamos a los seres humanos, nos damos cuenta que posiblemente en las relaciones interpersonales, sobre todo las de pareja, cuando queremos formar un hogar, no necesariamente comprobamos las capacidades mentales ni espirituales de la otra persona.

Es conveniente que cuando emprendamos una tarea en la vida, busquemos rodearnos de aquellas personas que sumen y multipliquen nuestros sueños, evitando a aquellas personas que mellan nuestra integridad, sobre todo con su inactividad, explosionando nuestros sueños.

Esto no implica no querer a la gente, sino que al iniciar una tarea en la vida, es de persona responsable saber escoger a sus aliados.

Lema Consuelo Agustiniano: CONÓCETE, ACÉPTATE Y SUPÉRATE.

Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!

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