Por los caminos del Señor
Hola… La fiesta que es la liturgia de hoy nos presenta es el culmen de un año que nos ha ido preparando para poder proclamar a Cristo como Rey de nuestras vidas. Es cierto que la palabra Rey pudiera tener muchas connotaciones pero en este caso el mismo Jesús nos lo dice cuando Pilato le pregunta si es Rey, a lo que Jesús contesta: Sí, pero mi reino no es de este mundo. Su reinado compete a los espacios del alma y por lo tanto, para quienes pertenecemos a Él es indudable que debemos ser diferentes.
Por ejemplo, se nos narra la historia de un monje a quien le gustaba mucho recorrer el mundo y viajar constantemente conociendo nuevos lugares y distintas culturas. Un día, se sentó en un lugar para beber agua y se encontró con una piedra preciosa, la guardó en su mochila y siguió su camino. Pasados algunos meses se encontró con un caminante, el cual le pidió comida y el monje accedió rápidamente, abrió su mochila y le dijo que cogiera lo que quisiera. El caminante vio la joya y le preguntó al monje: ¿Me la das? Este no lo dudó y se la dio. El caminante le dio las gracias y se fue con ese inesperado regalo, pensando que al venderla tendría resuelta toda su vida.
Pasaron algunas semanas y el viajero buscó desesperadamente al monje. Lo encontró y acercándose a él le dijo: “Quiero que me des algo más valioso que la joya que me diste semanas atrás, dame esa fuerza de voluntad que tienes para desprenderte aún de aquello que los humanos pensamos que es valioso. Dame por favor lo que te permitió darme la joya” .
Posiblemente muchos de nosotros, ante este situación que acabamos de leer, nuestra mente se inunden miles de ideas pensando que el monje no actuó bien, porque consideramos que no era necesario que se desprendiera de lo que tenía; sin embargo, teniendo en nuestros corazones a Cristo como Rey, el desprendimiento de todo aquello material ha de ser una premisa importante a la hora de preguntarnos cuánto de nuestra espiritualidad y trascendencia ilumina nuestros actos y cuanto apego a los bienes materiales hace que vivamos pensando solo en ellos.
Que sea en nuestras vidas más importante el ser que el tener.
“Nunca mires hacia atrás, allá no está el objetivo”.
Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!
Contáctanos en Facebook: Padre Pablo.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.