Posibilidades peruanas en acuerdo climático de París
Cuatro años ha durado el entusiasmo tras el Acuerdo de París (AP), en la 21 Conferencia de la Partes (COP 21), pues la COP 25 culminada este fin de semana en Madrid ha sido una decepción. Había la expectativa de acelerar los compromisos adquiridos por los países que ratificaron el acuerdo de la COP 21, que tienen como meta el año 2020. Todo indica que no se han realizado siquiera los esfuerzos para honrar lo comprometido.
El desentendimiento se ha originado en la aplicación del artículo 6 del AP, que establece un mecanismo para que los países que no puedan reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), denominadas “contribuciones determinadas nacionales” (NDC de sus iniciales en inglés), puedan suplantarlas por la adquisición de NDC realizadas por otros países. La condición es que sean valores adicionales a los que habían programado éstos.
El Perú es irrelevante en la producción de GEI, producimos tan solo el 0.6% del total mundial; sin embargo, tenemos condiciones para ser una buena fuente de recaudación por venta de NDC. Podemos reforestar, mejorar el desempeño en tratamiento de residuos sólidos y ofrecer generación de energía de fuentes renovables.
En nuestro país existen cerca de 2 millones de hectáreas deforestadas, parte de ellas se pueden reforestar con palma aceitera, que podría generar un círculo virtuoso en la producción de biodiésel, así como ser un cultivo alternativo a la hoja de coca. Doble efecto que debería ser aprovechado.
Sobre los residuos sólidos, hay grandes posibilidades. En Lima, ha habido un incentivo en la generación de energía eléctrica, se producen 10 megavatios (MW), que representa el suministro de 5,000 hogares. En las regiones el potencial es el doble, hay que trabajar en coordinación con el Ministerio de Energía y Minas (Minem) para persistir en las subastas de este tipo de producción de energía.
Tenemos una alta capacidad hidroeléctrica en pequeñas y medianas centrales, que no deforestan. Además, contamos con recursos eólicos y solares de alto rendimiento, en las regiones de Ica y Moquegua respectivamente. A esto se adiciona que se puede ir desarrollando geotermia progresivamente. El arte está en tener una regulación adecuada, tarea que compete al Minem.
