Premier Bellido cambia trenes de Castillo por carretera de Cerrón
El gabinete Bellido obtuvo la confianza del Congreso, presentando un plan en el que destaca la Nueva Carretera Central de Lima-Yauli (135 km), que patrocina Vladimir Cerrón, a un costo de S/11,841 millones (US$ 22 millones/km).
Empero, este proyecto tiene varias incoherencias, técnicas, geológicas, financieras y arqueológicas. Técnicas, porque consta de “curvas cerradas” de 45 metros de radio, que prohíbe la norma de autopistas que exige curvas abiertas de un mínimo de 250 metros de radio; geológicas: el trazo discurre por el Valle de Lurín, que es inestable y escarpado (INGEMMET); financieras, plantea expropiaciones lentas y onerosas (como la Línea 2 del Metro de Lima) al atravesar áreas urbanas (Cieneguilla) y arqueológicas; carece de CIRA (Certificado de Inexistencia de Restos Arqueológicos) al superponerse en 35 km al entorno del Qhapaq Ñam (Pachacamac-Jauja).
Curiosamente, Bellido desechó otros anuncios faraónicos del Mensaje de 28, como el tren Grau (costero) y el tren Inca (Andes), que recorrerían el Perú de norte a sur, trocándolos por un tren de carga entre el nodo minero del sur andino y el puerto de Marcona (400 km) y otras promesas, como la construcción de una red de hospitales especializados en cada región -se limitó al Hospital Lorena (Cuzco)- o la de duplicar el presupuesto de Educación, ciñéndose al tope de S/ 12.500 millones en el 2021 de gastos adicionales impuesto por el ministro de Economía Pedro Francke.
Por otro lado, el MEF publicó el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2022-2025, que a decir del Consejo Fiscal (CF), parece más inspirado en la fantasía que en la realidad, porque los ingresos fiscales se limitan a cifrar las esperanzas en el boom minero, que elevaría la caja “de S/ 167,000 millones para el 2021 (19.9% del PBI), a S/ 180,000 millones el 2022 (19.9%), con un promedio de S/ 201,000 millones (20.1%) en el período 2022-2025”, apostando por un crecimiento de la inversión privada que no tiene correlato con la “drástica caída en las expectativas”, que acaban de empeorar con la reiteración de una Asamblea Constituyente, y no considera “medidas tributarias que garanticen el equilibrio presupuestal para financiar un aumento de gastos como las promesas electorales”, por lo que el ministro Francke, se ha apurado en señalar que pedirá facultades legislativas “para obtener recursos de las sobreganancias mineras”.
El MEF además augura un crecimiento de 10.5% del PBI en el 2021 y proyecta un crecimiento de 4.3% para el 2022-2025, pero, el CF advierte que la meta del PBI del 2022 “dependerá de la recuperación de la inversión privada por encima del 5%” que es un reto por la incertidumbre. Otro dato relevante, es que esperan cerrar 2021 con un déficit fiscal de 4.7% del PBI (cerca a S/40,000 millones), un déficit de 3.7% para el 2022 y de 2.3% para 2022-2025.
Finalmente, el CF observa que la inversión privada para el período 2023-2025 está sustentado por los proyectos mineros: Los Chancas (US$ 2,600 millones), Michiquillay (US$ 2,500 millones) de Southern y Zafranal (US$ 1,265 millones) de Teck “que han registrado postergaciones y que actualmente aún se encuentran en etapa de prefactibilidad”. O sea, a rezar se ha dicho.
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