Preocupación por uso de mascarillas en espacios abiertos
Cuando empezó la pandemia, las mascarillas junto con el distanciamiento social y el lavado de manos se convirtieron en las 3 herramientas más utilizadas para luchar contra la covid-19. Meses después empezó la vacunación y poco a poco los riesgos de ingresar en una UCI y de morir han ido disminuyendo. Hace un año aproximadamente se autorizó a dejar las mascarillas en espacios abiertos en casi todo el todo el mundo. Aunque aquí en Perú hace unos meses se había autorizado a quitar las mascarillas en espacios abiertos, hoy ha vuelto esta obligación y ha generado una reacción negativa en la gente, pues se siente como un retroceso.
Es un hecho que las medidas coercitivas tienen un efecto contraproducente cuando no tienen un sustento científico porque quitan la confianza en la población. En el caso de la pandemia, obligar a toda la población indiscriminadamente a usar mascarillas en espacios abiertos luego de dos años y medio es algo por decirlo menos innecesario.
Más preocupante es en el caso de los niños, pues las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) son: “que no debe ser obligatorio para los niños menores de 5 años, dada su incapacidad de utilizar adecuadamente una mascarilla. La OMS y la UNICEF recomiendan que la decisión de utilizar mascarilla entre niños de entre 6 y 11 años se base en los siguientes factores: si hay transmisión generalizada en el área donde reside el niño; la capacidad del niño para utilizar la mascarilla de forma segura y adecuada; el acceso a las mascarillas; la supervisión adecuada de un adulto y las instrucciones para el niño sobre cómo ponerse, quitarse y llevar puesta la mascarilla de forma segura; las posibles repercusiones de llevar puesta una mascarilla sobre el aprendizaje y el desarrollo psicosocial, en consulta con el personal docente, los padres o cuidadores y los proveedores de servicios médicos; los entornos e interacciones específicos del niño con otras personas que corren un alto riesgo de sufrir una manifestación grave de la enfermedad, como las personas mayores y las que tienen otras afecciones de salud subyacentes. Incluso no se recomienda que los niños se pongan la mascarilla mientras practican deporte o actividades físicas, como correr, saltar o jugar en el patio de recreo, para que no les afecte la respiración”.
Aunque lo ideal es que se retire esta exigencia, las autoridades deberían mínimo verificar el cumplimiento estas recomendaciones en los colegios para evitar efectos negativos a la salud de los niños en el largo plazo. Esperemos que el Ministerio de Salud corrija pronto esta medida que puede tener un impacto perjudicial en la confianza de futuras medidas de salud pública.
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