ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Preparando las bases para un futuro sólido

Imagen
Fecha Publicación: 23/08/2022 - 22:20
Escucha esta nota

Cada vez que hay situaciones polémicas, vamos a tener personas con opiniones enfrentadas, esto pasa en todo tipo de escenarios, pero más en aquellos donde hay una cuota alta de pasión, baja objetividad e impacto tangible menor o nulo; por ejemplo, religión, deportes y opiniones sobre hechos de terceros en general; podemos tener posturas enfrentadas, pero genuinamente, el resultado de lo que suceda en esa discusión no nos afecta en lo absoluto. El tener posiciones enfrentadas es algo normal en cualquier sociedad, pero, ¿qué pasa cuando al prevalecer una posición frente a la otra, afecta negativamente a todos o una parte de la población?

Siempre se dice que de religión, fútbol y política uno no debe hablar porque termina en discusión; y es que justamente es lo que decíamos líneas arriba; pero creo que hay un error garrafal en esta frase, ya que el deporte y la religión, más allá de una discusión pasional o defender una creencia frente a otra, no traerá otra consecuencias para nadie, son decisiones muy personales; pero la política tiene un tenor ejecutivo para todos; sí afecta quién asume las riendas de una ciudad o país, afecta en la vida de todos los que habitamos en determinado territorio, por ello es fundamental que todos tengamos coincidencias básicas.

Lo que ha sucedido en estos últimos meses con relación al gobierno de turno, desde todo enfoque, no tiene precedentes; diariamente tenemos noticias de actos de corrupción, comportamientos reprochables por parte del presidente, presuntos delitos, confesiones, aprisionamientos del entorno más cercano del mandatario; sin embargo sigue habiendo un porcentaje de la población (no importa si es minúsculo o aún considerable) que defiende su gestión; algo que para muchos de nosotros es muy claro, para otros no lo es tanto, o peor aún, tienen “muy clara” la posición opuesta, aquí hay un grave problema. Como país debemos entender que sí podemos tener preferencias por un estilo de gestión versus otro, pero también debemos saber que hay puntos en los que sí o sí debemos coincidir, no podemos estar tan polarizados, y para ello hay que revisar objetivamente aquellos puntos que impactan en todos.

Creo que lo primero a definir es, sin apasionamiento político, el perfil de quien nos va a gobernar: ¿Nos importa que sea alguien preparado en gestión y que sepa administrar recursos?, ¿nos importa que dé seguridad a inversiones de grandes países que traerán más empleo y desarrollo al país?, ¿nos importa que tenga habilidades de comunicación para hacernos ver el camino a seguir?... Señores, no logramos nada enfrentándonos hay que entender qué queremos para nuestro país y luego ver diferencias políticas; pero primero veamos coincidencias; sobre esas coincidencias, ¡construyamos! Buena semana para todos.

Mira más contenidos siguiéndonos en FacebookTwitter Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.