Presidenta Boluarte, rinda cuentas motu proprio al Congreso

Todo este despelote que se ha originado al no haber informado la jefa de Estado y de Gobierno Dina Boluarte al Congreso de la República, de una intervención quirúrgica a la nariz en el 2023, para lo cual no se eligió a un otorrinolaringólogo, sino a un cirujano de una clínica estética, ha desencadenado olas de considerable tamaño que amenazan con llevarse por delante a más de uno en el Ejecutivo, al punto de haberse abocado a la causa la señora Fiscal de la Nación, Dra. Delia Espinoza, dada la investidura de la investigada.
Y, como siempre, al menos en el plano político, la solución para enfrentar estos fuertes oleajes, buscando de alguna manera que se haga bonanza, es que la propia presidenta Boluarte pida acudir al Pleno del Congreso a dar cuenta de los hechos, adelantándose a que se reúnan los 26 votos exigidos para la presentación de una moción de vacancia y los no tan lejanos, yo diría más bien, altamente probables 52 votos, para que sea admitida, los suficientes para obligarla a ir al Parlamento a regañadientes para dar satisfacciones, lo que sería visto como un apremio (coacción) aplicado en su contra.
Parece ser que la mandataria toma todo este asunto, ante tantas carpetas fiscales que le han sido abiertas, con la filosofía de “Muerto por mil, muerto por mil quinientos” y, juzgando en retrospectiva los hechos, de no haberse presentado aparentemente complicaciones médicas en la cirugía practicada en el 2023, a decir por sus ardorosos defensores que señalan que sólo fueron unas horitas el procedimiento, excusa que exacerba más los ánimos ciudadanos.
¿De qué va esto? Estamos ante un tema de TRANSPARENCIA, de rendición de cuentas del servidor público, tan simple como eso. ¿Por qué le cuesta tanto a la mandataria entenderlo? Resistirse a informar al Congreso de la operación, en mi opinión, respondería al hecho de no ser tenida por superflua por la oposición y el pueblo, porque dificulto haya tenido la presidenta Boluarte temor a que la descabecen en los días de licencia médica, al asumir el titular del Legislativo su cargo, con facultades de mero despacho (administrativo), dada la naturaleza interina de las mismas, además de ser ella pinky friends con los congresistas.
¿O hay algo más? ¿Firmó usted sus resoluciones? Se especula de intercambio de favores con el cirujano y la presidenta ejecutiva de Essalud, quienes curiosamente han rehuido asistir al Congreso para responder a las indagaciones del caso, lo que no pinta bien, porque en el caso de la funcionaria, pretextó el tener que participar en una cirugía de labio leporino en el norte del país, siendo que ella es ginecóloga.
Inexorablemente el Ministerio Público conseguirá del Poder Judicial la autorización para acceder a la historia clínica de la paciente para comprobar su complejidad y si fue manipulada con posterioridad. Todo es comprobable. Si no hay nada que ocultar, autorice hablar a su cirujano, que por la reserva de datos médicos estaría obligado a guardar el secreto profesional. Use su audacia para acudir motu proprio al Congreso y dé cuenta de este entuerto. Fíjese que, con todas sus limitaciones, lo hizo Pedro Castillo (15.03.2022) y hasta se despachó señalando los supuestos logros de su gestión. Aquella vez descolocó a los parlamentarios. También acudieron, pero obligados, PPK (21.12.2017) y Martín Vizcarra (09.11.2019).
Será difícil llegar a los votos para vacarla (87), pero sí para llevarla a juicio político.

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