Preso por corrupto y golpista
El Poder Judicial, a través del juez supremo Juan Carlos Checkley Soria, aceptó el pedido de prisión preventiva por 36 meses de la Fiscalía contra el golpista, corrupto Pedro Castillo Terrones, imputado por dirigir una presunta organización criminal enquistada en su gobierno, culpable de múltiples, graves delitos de corrupción.
Hasta antes de este fallo, Castillo Terrones cumplía prisión preventiva de dieciocho meses por la acusación constitucional formulada desde el Congreso a través de la Fiscalía de la Nación, a raíz del golpe de Estado que Castillo Terrones perpetró el 7 de diciembre, 2022.
Castillo seguirá siendo denunciado y vendrán más prisiones preventivas, en la medida en que la Fiscalía continúe formalizando las setenta o más carpetas fiscales que contienen, cada cual, pruebas pormenorizadas de los actos delictivos, en cadena, en que ha incurrido Castillo Terrones, a través de la organización criminal que dirigió. Tanto desde el antro Sarratea como la Casa de Pizarro, en clara muestra de su temeridad y descaro como ladrón, robándole millones, tras millones de soles a los peruanos siendo jefe de Estado, alucinando que el poder le dejaría convalidar todas sus fechorías, que incluyen delitos de colusión, receptación, tráfico de influencias, abuso de autoridad, colusión, etc.
Cual “congorito, Castillo Terrones alucinó todo el mundo roba, caramba, robo yo también”. Y consciente de su medianía (por tanto, su desconocimiento de las artes de gobernar una nación), se dedicó a lo que sí saben muy bien los cleptómanos natos como él: robar. No solo robarle al vecino -que evidentemente lo hizo a lo largo de su retorcida vida como dirigente magisterial de la facción senderista (cuando no, ligado al hampa)- sino robarles a 32 millones de peruanos.
Como hicieron Toledo/Humala (tan oriundos del Perú profundo como el golpista/corrupto Castillo Terrones), Kuczynski, Vizcarra; y todavía no se sabe si Sagasti (quien tiene el cuajo de demandar que el Estado le pague una pensión vitalicia como ex presidente de la República, por haber ocupado el cargo apenas ocho meses).
Castillo robó sistemáticamente leyendo la primera hoja del tratado para gobernar un país sudaca escrito por los tiranos comunistas de la región: ‘háganse ricos pronto para ostentar poder propio”. Ejemplo los Castro en Cuba, el impresentable Chávez y su partenaire Maduro en Venezuela (todos han figurado en la lista de los hombres más ricos de la Tierra, clasificados por la prestigiosa revista Forbes). Pero claro, el nivel intelectual de Castillo Terrones no acumula neuronas suficientes como para haber aprendido aquella catequesis. Quizá por ello, el largo brazo de la Justicia consiguió apresarlo a su momento.
Lo increíble -más bien reprobable- es que la solidaridad izquierdista ha reescrito la novela de Castillo invirtiendo los roles: quien produjo el golpe de Estado fue el poder Legislativo (burrada mas grande ni siquiera requiere la más mínima explicación); y los corruptos son los miembros del gobierno de Dina Boluarte.
Esa falsa concepción de la solidaridad entre la izquierda la desautoriza por completo. La verdad es que Castillo está purgando prisión preventiva, tanto por golpista como corrupto en serie.
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