ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Presupuesto, asesorías y consultorías

Imagen
Fecha Publicación: 04/12/2024 - 23:00
Escucha esta nota

Finalmente, con 87 votos a favor y solo uno en contra, el Legislativo aprobó la Ley del Presupuesto General de la República para el Año Fiscal 2025 que remitió el Poder Ejecutivo. El estimado propone un desembolso público durante el próximo ejercicio ascendente a S/ 252,801 millones que, según el enunciado oficial, “tiene un enfoque descentralista para la distribución de los recursos fiscales, propiciando destinar más recursos para aquellos proyectos de inversión de los gobiernos locales y regionales que continúen impulsando el crecimiento económico”.
El problema estriba en que el pliego presupuestal —aprobado por el Poder Legislativo— contempla no solo las mismas consideraciones del gasto previamente sancionado por el Ejecutivo, sino que —esto es lo peligroso— incorpora pedidos de los legisladores y, asimismo, de las llamadas organizaciones sociales, convirtiéndose finalmente en un amenazador monstruo de mil cabezas.
64.3% del gasto previsto corresponde al gobierno central, mientras el saldo —35.7%— está destinado a gobiernos locales y regionales. Como indica la Ley del Presupuesto, también fueron aprobadas las normas de Equilibrio Financiero y de Endeudamiento Público. Aunque, como venimos comprobando vía aquellos “gobernantes” de extrema izquierda que, sin saber por qué, seguimos tolerándolos, hoy sabemos que nada les importa. Porque, amparados en la típica impunidad de los rojos, generalmente acaban creando déficits por todas partes, que después ellos se los embolsan por alguna vía indirecta.
Otrosí. Teóricamente, como suelen hacer los izquierdistas, sus supuestos “priorizan recursos para atender aspectos vertebrales como Educación, Seguridad ciudadana, Salud”. Aunque, después de conocer los resultados de los diferentes gobernantes zurdos que hemos tenido (desde Humala, PPK —un autotitulado socialista—, Sagasti, Castillo y Boluarte, por el momento), las carencias que venimos soportando por estos conceptos son, sin la menor de las dudas, criminales.
Por cierto, como la oratoria, al igual que el papel, lo aguanta todo; si resultan ciertas esas odas y aquellos panegíricos que difunden los burócratas, santificando los presupuestos y los éxitos logrados por regímenes rojos como el actual, posiblemente hoy seríamos una nación a la altura de Suiza.
Otro aspecto fundamental a tener en cuenta, respecto a los Recursos Ordinarios para financiar semejante presupuesto —alrededor de US$ 68,000 millones de dólares— es que esa astronómica cifra no provendrá de los árboles sino del bolsillo de los pobres peruanos, permanentemente maltratados a través de sucesivos aumentos de la presión tributaria. Pero claro, como la izquierda atiza la lucha de clases, este expolio queda en segundo o tercer plano. ¡Aunque, repetimos, malgastar US$ 68,000 millones en un país con solo 32 millones de ciudadanos es una auténtica monstruosidad, alentada sin duda por la corrupción vía aquella ratería de las asesorías y consultorías, desde donde el Perú regala miles de millones de dólares a las ONG sin que esa malversación le genere una molécula de bienestar a Juan Pueblo!
Sería bueno que el mediocre ministro de Economía, José Arista, precise a cuánto asciende el presupuesto de estas dos corruptelas que empobrecen a las mayorías y enriquecen a una élite de zánganos y corruptos, disfrazados de especialistas en todo y ejecutores de nada.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.