Presupuesto fiscal: saben robar, no ejecutar
La Comisión de Presupuesto del Congreso de la República aprobó el pasado miércoles el presupuesto de la República para el 2024 por un monto de 240 mil millones de soles. Lo más probable es que el Pleno lo refrende esta semana.
El presupuesto de 2023 bordea los 215 mil millones de soles lo que significa que se está planteando un aumento de aproximadamente un 11.62 % para el año entrante.
No se conocen datos precisos que reflejen como camina la ejecución del presupuesto de este año, salvo la ominosa y significativa ausencia de gestión en el uso de los 3,500 millones de soles asignados para la realización de obras destinadas a la prevención del fenómeno El Niño.
Como antecedentes muy preocupantes, se encuentran tres cifras provenientes de la ejecución del presupuesto de 2022: según la Contraloría, se perdieron (robaron) 25 mil millones de soles por actos de corrupción; 16,400 millones se fueron al tacho por ineficiencia en la realización de proyectos ,de acuerdo al Banco Central de Reserva; y no menos de 18,000 millones quedaron sentados en las arcas públicas por inejecución de proyectos. Total: alrededor de un 28 % del presupuesto de 2022.
Estas cifras no constituyen novedad alguna: reflejan la irresponsabilidad y la ausencia de sentido crítico con las que normalmente el Congreso aprueba el proyecto de presupuesto que todos los años le presenta el Poder Ejecutivo ya que las cifras de ejecución y sus desviaciones suelen repetirse con enorme consistencia: saben robar pero no saben ejecutar.
La responsabilidad por cierto es compartida entre el gobierno central, los gobiernos regionales y los locales. En 2022,la ejecución del presupuesto de inversión pública del gobierno central fue del 91 %;la de los gobiernos regionales del 67 % y la de los locales del 63 %.
Y en 2022,pese a todos los antecedentes antes citados, el presupuesto se incrementó sustancialmente respecto de 2021,tal como ahora está ocurriendo, sin que se tomaran medidas drásticas e indispensables para eliminar la corrupción –o por lo menos disminuirla– y sanear el aparato estatal, burocrático e ineficiente, que se lleva nada menos que un tercio del presupuesto.
Antes de la aprobación del presupuesto fiscal de 2024, el gobierno debe presentar un informe público y detallado sobre la ejecución de este año, incluyendo el estimado de “pérdida” por corrupción de la Contraloría y de ineficiencia en la inversión del BCR.
¡Ya basta !
(*) Presidente de Perú Acción
Presidente del Consejo por la Paz
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