Priorice la salud mental, presidente Vizcarra, puede ser su gran legado
Sólo dos de cada diez peruanos que padece de algún trastorno mental (con mayor incidencia depresión, seguida de la ansiedad), reciben atención del Estado y para colmo de males de los 18 mil 217 millones de soles asignados al sector Salud para el 2019, solo un irrisorio 1 % de este presupuesto será destinado para atender esta problemática, según lo advirtiera la Defensoría del Pueblo mediante su contundente Informe Defensorial Nº 180, dado a conocer al cierre del año 2018 y que ha pasado inadvertido en medio de poderes públicos enfrentados, echándose unos a otros la culpa del estancamiento socio económico del país y la constatación (con testimonios y documentación) de que la corrupción penetró todas sus esferas sociales y su clase política, con honrosas excepciones, de manera tal que nos hemos quedado congelados en los avatares fiscales judiciales, que deben y tienen que seguir su cauce hasta su culminación con sentencias condenatorias o en su caso absolutorias, porque ya va siendo hora de dejar que la justicia lo determine, sin presiones ni pasiones.
Presidente Vizcarra, uno elige sus batallas, aquellas que sabe que va a ganar, fíjese, a su mandato le restan 26 meses y visto que no avanzará la Reforma Política enarbolada como su gran bandera, a juzgar por lo expresado por la mayoría parlamentaria del actual Congreso, que debe ventilarla y en su caso aprobarla para entrar en vigencia el 2021; enfóquese (sugiero) en los servicios de SALUD MENTAL, que no solo es un tema de salud pública, sino que como lo señala la OPS (Organización Panamericana de la Salud), es “un elemento necesario para el desarrollo económico y social”, lo que es entendible en la medida en que estos trastornos afectan el bienestar emocional de las personas que repercuten en su conducta dentro y fuera de sus familias y en su rendimiento en el trabajo, que se ve visiblemente disminuido.
Se requieren acciones concretas desde el Ejecutivo asignando los recursos financieros mínimamente necesarios para que todos los peruanos que sufren de un trastorno mental accedan sin dificultades a la atención, medicación y apoyo, como lo exige la Política Pública que creó el modelo de atención comunitaria con enfoque de derechos humanos, allá por el 2015, vía Reglamento de la Ley 29889, orientada a atenciones primarias (ambulatorias), a efectos que la persona no sufra la estigmatización de “paciente psiquiátrico”, no sea internado entre cuatro paredes, desarraigado de su entorno familiar, expuestos en algunos casos a tratos lesivos a su dignidad.
Este puede ser su gran legado, presidente Vizcarra, usted es quien manda en Palacio de Gobierno, el que establece sus prioridades en favor del país, en esto le respaldaremos tirios y troyanos y si el MEF se le encabrita, recuerde que los ministros son fusibles.
