Privacidad en entredicho: el caso Shakira

La filtración de datos personales, en especial los relacionados con la salud, es una grave vulneración de la privacidad de cualquier persona. Recientemente, el caso de Shakira evidenció la falta de medidas adecuadas para proteger esta información. Horas antes de cancelar su concierto del 16 de febrero, se divulgó en redes sociales información sobre su estado de salud y el tratamiento que podría recibir, lo que generó indignación y puso en entredicho la seguridad de los datos médicos en el Perú.
La información médica es altamente sensible. No solo contiene detalles personales y antecedentes clínicos, sino que también su filtración puede afectar la reputación y seguridad de los pacientes. La Ley de Protección de Datos Personales establece que los centros de salud tienen la obligación de resguardar esta información, imponiendo sanciones de hasta 300 UIT en caso de incumplimiento. Sin embargo, la recurrente falta de cultura sobre la privacidad y el morbo mediático han demostrado que el problema persiste.
El Ministerio de Justicia y ESSALUD han insistido en que la información clínica es de carácter reservado y que cualquier filtración puede acarrear responsabilidades civiles y penales. A pesar de las leyes y regulaciones existentes, la filtración de datos sigue ocurriendo, dejando en evidencia la necesidad de medidas más estrictas para evitar incidentes similares en el futuro.
Para evitar filtraciones, es fundamental que los centros de salud implementen estrategias de protección de datos como:
Capacitar continuamente al personal en confidencialidad y protección de información sensible.
Limitar el acceso a datos médicos solo a quienes los necesiten, con registros detallados de accesos.
Aplicar sistemas de monitoreo y auditorías para detectar irregularidades.
Usar tecnologías de cifrado en la transmisión de información clínica.
Establecer sanciones internas para quienes incumplan los protocolos de seguridad.
El impacto de estos incidentes no solo afecta a las personas involucradas, sino también a la imagen del país y sus instituciones. La atención mediática internacional sobre el caso de Shakira podría influir en la percepción de otras figuras públicas y en su confianza en el sistema de salud peruano.
Es claro que no basta con tener leyes; es imprescindible una cultura de protección de datos arraigada en la sociedad. Programas de sensibilización, educación sobre ciberseguridad y cumplimiento proactivo son esenciales para evitar nuevas filtraciones. La privacidad y la seguridad de la información médica deben ser prioritarias, tanto en el sector público como en el privado, para garantizar la confianza en el sistema de salud y proteger los derechos fundamentales de todos los ciudadanos.

Por Eduardo Linares Yabar 

(*) Asociado principal – ontier peru

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