Privaticemos los GORE
Algo que no debe olvidar el Gobierno es que la economía del país se mueve gracias al sector privado. Se refleja en la generación de empleo sostenido, en índices de consumo de la canasta básica familiar y en el emprendimiento del comercio y los servicios. Rubros que marcan la diferencia respecto a sectores como educación y salud, donde el Estado tiene serias dificultades para convertirlos en modelos de desarrollo.
Si bien es oportuno que el presidente Vizcarra fuerce cambios en mercados concentrados, donde actores privados estarían abusando de su posición de dominio, haría bien en concebir soluciones que tengan como referente al mercado, y no solo a los privados con los cuales se enfrenta ante la opinión pública.
El caso de la cerveza es un buen ejemplo. El MEF identificó argucias tributarias que permitían al monopolio cervecero evitarse el pago total del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC). Con el incremento aprobado estaría obligándolo a hacer efectivo ese pago. Pero no se percató que la medida fortalece la posición de dominio existente, porque elimina la competencia de los más pequeños y el ingreso de otros potenciales competidores. ¿Por qué no destinar lo recaudado por este ISC al sector Salud para combatir los efectos de su consumo?
El caso de los precios de los medicamentos en farmacias y clínicas privadas es otro claro ejemplo. Obligar a las grandes cadenas a tener una cuota de genéricos suena bien para la tribuna. Pero si esta medida no va acompañada de obligarlos a garantizar la eficacia y seguridad de esos medicamentos, nos corremos el riesgo de fortalecer al principal enemigo de la salud pública: los medicamentos ilegales y los de eficacia y calidad no comprobada. El problema no se resuelve únicamente poniéndole trabas al gran vendedor. La solución integral debe incorporar los problemas que tiene el gran comprador: el Estado.
Está bien que el Gobierno enfrente el abuso de algunos privados. Se aplaude. Pero evitemos ponerlos a todos en una misma canasta. Sería interesante que, así como el gabinete se reúne todos los meses con gobernadores regionales y alcaldes, se reúna también en Mesas Técnicas con el sector privado y rinda cuentas a la ciudadanía de sus avances.
El objetivo es encontrar hojas de ruta que hagan viable la reactivación de la economía y promover la formación de una clase empresarial que comparta el mismo horizonte de desarrollo que el gobierno de turno. “Privatizar” los GORE no sería, en este caso, una “mala palabra” que todos quieran evitar.