Prohibido delegarle facultades al régimen marxista
Mariano González, ministro del Interior, anuncia que pedirá al Congreso la delegación de facultades extraordinarias al régimen comunista/analfabeto de Pedro Castillo para que “legisle sobre seguridad ciudadana y crimen organizado”. Vayamos por partes. Respecto a la inseguridad ciudadana, queda claro que Castillo ha abandonado su rol como jefe de la FFAA y PNP. Porque, a lo largo de su casi un año de desgobierno, a lo único que se ha dedicado Castillo es a politizar ambas instituciones vertebrales para la seguridad del país. No la seguridad de su régimen, como insiste Castillo utilizando a malos policías, peores militares, infames aviadores y traidores marinos, para que sustituyan a aquellos uniformados que, por mérito y/o calificación propia, obtenida a lo largo de sus carreras, les corresponde ascender a los cargos más altos en las cuatro instituciones tutelares fundadas constitucionalmente para asegurar la paz externa e interna.
Desde el primer día que se instaló en palacio Castillo ha presionado a las FFAA y a la PNP, para imponer a sus candidatos a comandantes generales de ambos organismos encargados de la seguridad nacional. No lo hizo –ni lo hará- por el bien de la Patria o por el bienestar y la seguridad de la Ciudadanía. Lo hizo porque sabe que necesita rodearse de una espuria fuerza militar y policial, para asegurar su siniestro plan castro-chavista que consiste en la captura del país, a como dé lugar, a efecto de imponer una dictadura sin fecha de retiro.
Con semejante antecedente, el Congreso no debe otorgarle facultades para legislar al Ejecutivo sobre un asunto que es extremadamente peligroso. Equivaldría a abrirle las puertas a una partida de bolcheviques hambrientos de poder, para que reorganicen a su criterio a la PNP/FFAA. Y una vez ya monopolizado el poder, el régimen comunista utilizará esa bastarda fuerza uniformada para convertir a los peruanos en milicianos disfrazados de policías y militares, al servicio del dictador de turno.
Si el ministro González tiene algún proyecto –no contaminado por sus jefes Castillo y Torres- pues que lo presente al Parlamento ante la Comisión de Seguridad Ciudadana. Pero de ninguna manera el Congreso debe claudicar a sus obligaciones, prestándose a delegarle a un gobierno marxista/analfabeto la facultad de legislar sobre una materia como la seguridad nacional. Aquello constituiría una imperdonable traición al país.
Otrosí. En esta Legislatura Extraordinaria, el Congreso debe derogar la ley que faculta a los Comités de Autodefensa CAD a utilizar armas de fuego. Desde todos los estratos democráticos advierten sobre los riesgos que encarna esta norma irresponsablemente aprobada bajo insistencia por este Congreso. La Constitución garantiza al Estado el monopolio en el uso de la fuerza a través de las FFAA y PNP. Quebrar este principio significa desatar el caos que, irremediablemente, derivaría en una guerra civil. En una nación que ha sido masacrada por el terrorismo, adonde la inseguridad ciudadana es sencillamente espeluznante, nadie más que quienes integren los institutos armados y la Policía Nacional deberían estar legítimamente autorizados a utilizar armas de fuego. ¡Basta de claudicaciones, señores parlamentarios!
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