Próximos a convertirnos en país prisión
El nivel de podredumbre existente en el Ministerio Público del Perú es de vértigo. Es inaceptable que la única institución estatal, constitucionalmente habilitada para imputar como delincuente a cualquier ciudadano ante los tribunales de Justicia, se encuentre precisamente en manos de unos delincuentes de cuello y corbata. Esto, amable lector, constituye un crimen que ningún ciudadano puede, ni debe -ni quiere- permitir que permanezca impune un minuto más. El gravísimo momento por el que venimos atravesando es el resultado del secuestro de la Fiscalía de la Nación, parte vertebral de nuestro Sistema Nacional de Justicia, por una camorra exógena: los caviares. Recordemos que aquello empezó a comienzos del presente siglo, cuando a través de Toledo los caviares conquistaron el poder político peruano. La denuncia que EXPRESO hace pública en esta edición no sólo es gravísima, sino que merece ser solventada en el término de la distancia por el Congreso de la República; en estrecha, exclusiva coordinación con el poder Judicial. Perú ha llegado a tal extremo de deterioro moral, social y político que estamos al borde de un estallido nacional de proporciones inimaginables.
Repetimos, lo que EXPRESO ha conocido en estos días -sobre lo que se cocina al interior del Ministerio Público- rebasa cualquier libreto de terror que alguien pudiera alucinar. Buena parte de ello la relata el Colaborador Eficaz Jaime Villanueva, quien fungía de asesor de la suspendida fiscal de la Nación Patricia Benavides. Sucede que Villanueva ha mantenido estrecho vínculo de amistad con el cuestionado y, por cierto, inefable ex fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, manipulador por excelencia y autor material de una intromisión fáctica de la prensa corrupta dentro del Ministerio Público. En efecto, a través de Pablo Sánchez -vía su amistad con una periodista llamada Mónica Vecco- ingresó como topo Graciela Villasís, periodista de Canal 4 (grupo El Comercio), que luego pasaría a ser jefe de Investigación en aquel diario. Por cierto, Gustavo Gorriti formaba parte del círculo que rondaba a Sánchez. ¡Todos ellos vinculados directa o indirectamente a Odebrecht! Desde entonces, la Fiscalía pasó a ser una sucursal de esa constructora brasileña. De allí que los canales 4 y 8 transmitieron -ilegalmente, en directo- las audiencias desarrolladas en Brasil, donde declararon altos ejecutivos de Odebrecht, a quienes mañosamente arroparon los fiscales José Domingo Pérez y Rafael Vela Barba para favorecer a la empresa brasilera. En cierto momento, Villanueva relata que en junio 2023 “Chela Villasís vino con José Aurelio Arevalo Miroquesada (director de El Comercio); tuvimos una reunión con Rosario Benavides.” ¿Qué tramaban estos sujetos?
Esta inmundicia -que es ahora la Fiscalía- ha llegado al colmo de transformarse en insufrible, extorsionador poder político para manipular el destino de toda la nación. Inclusive muchas autoridades -electas por votación popular- han sido fácticamente removidas/reemplazadas en sus funciones, vencidas por pánico a ser amenazadas por la mafia caviar que, inconstitucionalmente, se ha instalado como poder opaco y absoluto del Estado. Al tal extremo, que hoy controla nuestra vida, salud, libertad y hacienda. ¡Espejo de Cuba, Venezuela o Nicaragua!
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