Psicología y reconstrucción
Siempre la psicología y el derecho están intrínsecamente relacionados, la primera estudia la conducta, la segunda regula derechos, deberes y obligaciones, que necesariamente se sujetan a la descripción de una norma, que implica que el ser humano cumpla con aceptarla y su incumplimiento importa una responsabilidad administrativa, civil o penal.
La única especialidad que se relaciona con las demás especialidades del derecho es el derecho penal.
La diligencia de reconstrucción en el derecho penal tiene por finalidad verificar si el delito se efectuó o pudo acontecer de acuerdo a las declaraciones y demás pruebas actuadas, de conformidad con el artículo ciento noventa y dos, inciso tres del Código Procesal Penal.
Consideró que esta diligencia no solo verifica la configuración del delito sino la responsabilidad dolosa o negligente de la persona sometida a un proceso penal. Debiendo tener en cuenta que si hablamos de delito se interpreta tácitamente e intrínsecamente de la responsabilidad, que el legislador debió regularlo en forma expresa.
En una diligencia de reconstrucción nos basamos en la teoría del psicoanálisis de Sigmund Freud, que estudia el subconsciente, la asociación de ideas, aspectos importantes cuando se trata de hechos de sangre, como en los casos de los delitos contra la vida, el cuerpo y la salud; y para definir sí la participación del sujeto activo ha sido en legítima defensa, en forma dolosa o falta de previsión en el resultado o negligencia, en un homicidio, lesión o accidente de tránsito.
Cuando participa en una diligencia de reconstrucción el sujeto activo, empieza a asociar lo que sucedió en la escena del crimen, porque se moviliza el subconsciente y aflora lo vivido, al ser preguntado por el fiscal o el juez, estableciéndose la forma y circunstancia como se encontraba el arma que utilizo, si era de día, tarde o noche, cuál fue el móvil, dinero, celos, venganza, placer, posición de la víctima, en qué zona del cuerpo se produjo la herida por proyectil de arma de fuego, lejos, a media distancia, cerca, de arriba hacia abajo, debajo hacia arriba o en forma lateral o se utilizó arma punzo penetrante o cortante, que sintió el autor antes, durante y después de los hechos.
He participado en varias diligencias de reconstrucción, recuerdo una en especial de un sujeto que dio muerte a cuatro ancianos en el distrito de Breña, cortándole la yugular a cada uno de ellos, siendo el móvil para ocultar otro delito que fue robo por su necesidad de consumir droga. En la diligencia de reconstrucción narró con lujo de detalles la forma y circunstancias como sucedieron los hechos sin mostrar ninguna clase de remordimiento, más bien disfrutaba cómo ejecutaba los homicidios.
Otros de los casos que lo tengo en mente es un hecho de sangre, parricidio, en que el esposo mata a su esposa de cien puñaladas al tener conocimiento que la esposa le era infiel, paseándose con el amante en sus narices, el día de la reconstrucción dijo que el móvil de la muerte fue la indignación que sentía por no haber sido valorado como esposo, padre, en un momento determinado de la diligencia se quebró y dijo que la esposa lo humillaba en presencia de los hijos, diciéndole que era un don nadie y que no valía la pena estar con él. La Pericia Psiquiátrica concluyó que se trataba de un peritado pasivo agresivo, que en la diligencia de ratificación los señores peritos concluyeron que el peritado había acumulado mucho dolor emocional que motivó a encender el odio y la venganza y perdió el control de sus impulsos desencadenando en la muerte de la víctima.
“Entre el amor y el odio existe una línea sutil”.