Público y privado / burocracia y 'poder'
Los peruanos estamos casi acostumbrados y bastante hartos de la burocracia inservible en el Estado. Una burocracia que solo contribuye a que el país no avance. Ahora, ¿qué sucede si esa burocracia se replica en el sector privado? El sistema basado en el libre mercado demuestra su ineficiencia y fallas. Es en este escenario en el que analizamos: ¿quiénes manejan el sistema? Las personas, ergo, la falla es humana. La desidia, ociosidad, la falta de responsabilidad, la no ubicación y realismo es de las personas que manejan y aplican dicho sistema. En nuestro variopinto y bonito país estamos acostumbrados a echar la responsabilidad a otros y generar una serie de excusas para, según nosotros, no tener “problemas”. Así somos.
La mencionada e insoportable burocracia ineficiente que está impregnada en el Estado, se va metiendo -lentamente como la humedad- en el sector privado. Tiene como su principal aliado a esa sensación de sentirte con un poder iluso por el hecho de manejar documentos, personal o claves. En el sector público, los trabajadores creen que te están haciendo el favor cuando apareces en la ventanilla del banco, de un ministerio o cualquier institución pública. El personal bajo la guía de la burocracia ve al ciudadano como un trámite engorroso que, si necesita rapidez, debe agradecer el favor y acercarse a las oficinas sonriendo, porque al funcionario público “debes mirarlo bonito”.
¿Qué sucede en el sector privado? Otorga un poco de poder a alguien que jamás lo ha tenido o sentido y que inicia su elevación de ego y comportamiento. Esta no es una generalización: algunas personas pueden manejar bien tener cargos con mayor responsabilidad. Sin embargo, y me refiero a la mayoría, otras inician una dominación y desubicación que solo afecta a la misma empresa. ¿Por qué? En el sector público no existe forma de elegir, los ciudadanos están atados a desarrollar sus procesos y trámites ante funcionarios que les importa muy poco ayudar o atender requerimientos. No tenemos opción. Sin embargo, en el sector privado existen opciones. La apertura del mercado nos da oferta y bastante demanda. Un trato equívoco al cliente genera, de forma directa, la decisión de dejar, retirarse o renunciar a dicho servicio.
Nuestro Perú es un país forrado en burocracia, embalado en leyes absurdas y sin sentido que solo generan caos e incomodidad entre los ciudadanos que son sometidos a “cumplirlas”. Sin embargo, “la ley del más vivo” -una característica única de los peruanos- siempre logra burlar todo aquello que se reglamenta. Asimismo, en nuestro bonito país tenemos la necesidad de regular cada comportamiento social porque no nos han educado para saber qué hacer o qué no hacer en determinados espacios o circunstancia. Obtenemos un poco de poder y en lugar de usarlo para aplicar un cambio y liderar, lo usamos para ensalzar nuestro ego, instaurar una “autoridad endeble” y sentirnos los reyes del mundo. Así somos y estamos muy lejos de ser una Nación.
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