Puertas abiertas al comunismo
¿Qué le costaba a los congresistas (no declarados marxistas) abstenerse en número suficiente para que el incalificable gabinete Bellido sólo reciba los necesarios votos de confianza parlamentaria –ni un uno más, ni uno menos- y obligarlo a andar con rienda más corta? ¡La respuesta es nada! Pero muchos legisladores -que no comulgan con el marxismo-leninismo-castro-chavismo-senderismo del gobernante Castillo- procuraban estar en la foto, dándole el SÍ al gabinete, prestos a recibir favores, prebendas o lo que fuere de palacio. Hoy retrata la miseria de quienes han copado las tiendas políticas adictas al ejemplo nefasto de dos líderes políticos: César Acuña de APP (sólo votaron en contra Gladys Echaíz y Roberto Chiabra, tras vibrante e irrebatible alocución); y José Luna de Podemos (con la meritoria salvedad de Carlos Anderson). Aparte están Somos Perú (con la notable excepción de Susel Paredes, Flor Pablo, Edward Málaga) y el fariseo Acción Popular, sin líder consolidado, donde ningún parlamentario votó en contra del gabinete. Por cierto Acuña y Luna son dueños de clusters de universidades, prefiriendo apoyar al régimen comunista, posiblemente para evitar perder prebendas. De otra parte, Renovación Popular (López Aliaga) y Fuerza Popular (Fujimori) fueron las únicas bancadas donde todos sus miembros negaron la confianza al esperpéntico gabinete Bellido, que ahora se muestra pletórico y, con mayor razón, listo a ejecutar su plan de transformaciones estructurales camino hacia la cubanización del Perú. Porque amigo lector, eso del “control político” que alega una neófita acciopopulista que funge de presidenta del Legislativo es, sencillamente, letra muerta. Interpelar a los ministros es estéril. Sabemos que las respuestas serán falsas. Como todo lo que dice y hace el gobierno Castillo. Y la censura sería abrirle las puertas al pedido de confianza, con la inmediata advertencia del cierre definitivo del Congreso. Trampa de osos que, cuanto antes, procura colocar el leninismo para allanar su avance. ¡Desde el viernes, señores congresistas, el poder Legislativo del Perú está pintado en la pared!
¡Quedan la calle y la escasa prensa -auténticamente libre- como únicos baluartes para defender al país del comunismo! Sin embargo, este gobierno se ha quitado la careta decidido a liquidar la libertad de información y opinión. Cada hora los medios están más marginados, y los periodistas en la línea de mira del oficialismo. Perú Libre acusa de subversivos a los directivos de Willax, a Phillip Butters y a Beto Ortiz. ¡Los fiscales ya vienen interrogándolos! Y los “abogados” del partido gobiernista han “denunciado” a Ortiz ante la embajada de México, imputándolo como “terrorista” en procura de que le expulsen de ese país donde busca asilo político. ¿Queda sólo la calle? Parece que sí.
Estamos notificados, entonces. Los días de libertad, democracia, estabilidad social y progreso nacional están numerados. Un puñado de profesionales comunistas, varios investigados por complicidad y/o por apología al terrorismo, corrupción, etc. -que lograron hacerse proclamar ganadores de unas elecciones marcadas de sospecha- se aprestan a instaurar una asamblea constituyente para convertir el Estado peruano en calco del cubano y/o venezolano. ¡Lo advertimos demasiadas veces! Temerariamente, este Congreso lo ignoró.
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