¿Qué es el G7 y qué se espera de su reunión en Japón?
La foto de los líderes del denominado G7 reunidos desde ayer en Hiroshima, Japón, da la vuelta al mundo. En esta ciudad devastada por la bomba atómica lanzada el 6 de agosto de 1945, a cuyo Museo y Parque de la Paz para conmemorar a las víctimas de tan irrepetible hecho mundial, asistieron los mandatarios de Italia, Giorgia Meloni, en su calidad de primera ministra; Justin Trudeau, primer ministro de Canadá; Emmanuel Macron, presidente de Francia; Fumio Kishida, primer ministro de Japón; Joe Biden, presidente de Estados Unidos de América; Olaf Scholz, canciller de Alemania; y Rishi Sunak, primer ministro del Reino Unido; y con ellos, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea y, finalmente, Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, para nadie debe ser un secreto de que visibiliza un claro bloque planetario muy bien definido y delimitado por Estados que por sus niveles de vida son técnicamente considerados países desarrollados, o si prefiere, simplemente naciones ricas.
Su agenda de reunión anual desde 1973 en que se erigieron por la crisis del petróleo en el mundo, sigue siendo el tema más relevante del planeta en el año.
De hecho, en la época en que fue creada –no es una organización sino una reunión política informal muy potente–, solo fueron 6 países; Canadá fue admitida tres años después, en 1976, y luego, en 1994, ingresó Rusia, formando el G-8 hasta 2014 en que el gobierno de Putin anexó en acto marginal y unilateral la península ucraniana de Crimea, y el grupo decidió expulsar a Rusia, volviendo a ser lo que hoy, es decir, el G7.
No será difícil advertir por qué no están, además de Rusia, países como China, Corea del Norte, Irán, etc. La reunión, que acabará mañana, no pasa por alto decidir medidas respecto de la guerra de Rusia contra Ucrania, y por ello, lo más probable es que el G7 vuelva a mostrar su apoyo a la causa ucraniana, y por supuesto las proyecciones de China sin mencionarla.
Aunque se trata de países que perfectamente podrían constituir el denominado bloque capitalista de los tiempos de la Guerra Fría, queda claro que el G7 hará cualquier cosa para sancionar directa o indirectamente a Rusia por su impronta contra Ucrania casi como Goliat contra David y optarán por medidas solapadas sobre Beijing, pues las reuniones de los poderosos –también las convoca Xi Jinping– jamás son gratuitas.
(*) Internacionalista y excanciller del Perú.
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