¿Qué hará el gobierno con el millón de jóvenes peruanos sin empleo?

En el Perú, en los últimos diez años, la cantidad de jóvenes de 15 a 30 años sin empleo ha crecido de una manera alarmante; de 430 mil ha crecido a un millón. Son casi  el 20 % de la Población Económica Activa (PEA). Si bien es cierto, como los jóvenes son creativos, sobreviven y no parece ser un problema central, pero sí lo es; ya que, la falta de empleo y la pobreza son la raíz y la madre de la delincuencia, drogadicción y hasta del suicidio.

El  Gobierno, con su Ministerio de Trabajo, trata de solucionar este problema proponiendo al Concejo Nacional del Trabajo un proyecto de ley que crearía incentivos a  las empresas que contraten a jóvenes de manera formal.

Ya sabemos que este tipo de solución es “letra muerta” porque  ya fue tomada por otros gobiernos, que proyectaron leyes para crear incentivos y reducir algunos beneficios considerados “exagerados”; como los 30 días de vacaciones y otros. Ellos se enfrentaron a los políticos “progresistas” que “pegaron el grito al cielo” y se opusieron a cualquier reducción de beneficios sociales. Naturalmente ninguna ley prosperó y seguimos peor que antes. Si aprueben la ley, tampoco la respuesta de los empresarios será la que se espera; porque ya manifestaron su abierta oposición a cualquier ley que pretenda incrementar sus planillas.

El desconocimiento de los “asesores” del Ministerio de Trabajo de la realidad sociolaboral y del sentir de los jóvenes es evidente; porque nunca los organizaron, convocaron  y menos  escucharon.

Ahora bien, si quieren modificar algunas disposiciones legales laborales a favor del  empleo de los jóvenes, se encontrarán con una desordenada, frondosa y contradictoria legislación laboral peruana, la que no cuenta con un Código General del Trabajo, como lo tiene cualquier país civilizado de la región. Lo que sobra en el Perú son leyes que muy pocos cumplen. Entonces: ¿por dónde empezar a solucionar el problema? Lo que sucede es que la solución no es legal ni política; la solución es PRÁCTICA y se debería tomar en cuenta lo siguiente:

1.- CAPACITAR: Crear, en cada distrito, (tenemos 1,874 distritos)  Grandes Centros de Enseñanza Técnica para el  trabajo  (tipo Grandes Unidades Escolares, que tienen buenos resultados hasta hoy). Podrían ser administrados por los Municipios que, si bien es cierto, no tienen el dinero para construirlos, pero sí tienen terrenos municipales disponibles. El dinero lo tienen los presidentes de las regiones, que hasta  devuelven dinero al Gobierno porque no tienen “Proyectos ni planes de inversión”. Es una vergüenza.

2.- OPORTUNIDAD DE EMPLEO.- Abrir Grandes Talleres Populares con convenios y  apoyo de los empresarios privados, quienes nunca se han negado ni opuesto a estas iniciativas, ya que contarían con técnicos para sus empresas y una nueva fuerza productiva debidamente capacitada.

3.- FACILIDADES PARA JÓVENES EMPRENDEDORES.- Destrabar la inútil burocracia para que se puedan otorgar licencias gratuitas de funcionamiento inmediato a pequeños talleres y centros de producción, los que darían trabajo a muchos jóvenes.

Son soluciones que se pueden implementar de inmediato, sin mucho costo y sin molestar a los “ocupados” congresistas. Nuestro presidente dice que se van a crear MEGAPUERTOS en Chancay, Pisco, etc. con inversiones de miles de millones de dólares en instalaciones y maquinarias. ¿No se han puesto a pensar  quiénes van a operar esos  “megapuertos” si no contamos con técnicos ni operadores de maquinaria pesada suficientes?  ¿No será que están  pensando en contratar, como siempre, a chilenos, colombianos, ecuatorianos y ahora venezolanos?